Represa de Jirau devasta la Amazonía, denuncia Pastoral da Terra
Comisão Pastoral da Terra pede para ONU intervir na construção da usina de Jirau - Confira carta
Curitas brasileños lo señalaron con todas sus letras: la empresa francesa GDF Suez y sus subsidiarias en el Brasil han puesto de manifiesto una grave falta de responsabilidad en la planificación y construcción de la hidroeléctrica de Jirau, además de violar los derechos humanos y las normas de protección del medio ambiente , hechos por los que la empresa es responsable, tanto en lo ético y lo legal ".
Carta de la Comisión Pastoral de la Tierra del Brasil pide a la ONU intervenir en la proyectada megarepresa
El consorcio de empresas constructoras de la gran represa de Jirau en el río Madeira, en el Estado de Rondônia, Energia Sustentável do Brasil-ESBR intenta dar un barniz de sostenibilidad ambiental y social a un proyecto político y económico devastador para la Amazonía.
La represa proporcionará una gran producción de energía y está ayudando a muchas familias a conseguir un TRABAJO TEMPORAL, pero los problemas culturales, ambientales y sociales que desencadenará serán incontrolables.
El 7 de enero de 2010 fué convocada una reunión por el Comité de Sostenibilidad de la represa de Jirau en el marco del Plan de Manejo Ambiental. Estuvieron presentes varias empresas del Consorcio, autoridades y asociaciones de afectados de la región Mutum Paraná, asentamiento Joana D´Arc y otros, de los pueblos indígenas se presentó sólo un líder Karipuna, y estuvieron tambien presentes miembros de la administración pública como el IBAMA, el INCRA, Ministério Público Estadual y otros. Entre los movimientos sociales estuvieron presentes CIMI / RO y CPT / RO.
La reunión fue convocada para formar este Comité, pero en la práctica se redujo únicamente a revisión de la información de intereses del consorcio sobre los 33 condicionantes del Projeto Básico Ambiental-PBA. Por un lado, el Consorcio se presenta como un proyecto social y medioambientalmente correcto, por otra parte no se le permitió intervenir en la agenda, ni se dijo quien sería parte de la Comisión, y mucho menos se discutió el régimen interno y la agenda para la siguiente reunión. Representantes de asociaciones de afectados y los movimientos sociales presentes sintieron que fueron invitados sólo para legitimar los intereses económicos del consorcio Energia Sustentável do Brasil, el ESBR
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IIRSA map of the hydroelectric dam, port, and industrial wateryway plans for the tri-border region.
Los asuntos que pudieran estar en contradicción con los intereses de la corporación Energia Sustentável do Brasil-ESBR se desviaron o direccionaron a "grupos de trabajo", como por ejemplo la situación de los pueblos indígenas derivada del megaproyecto hidroeléctrico. Los afectados indirectamente por la construcción de la faraónica represa de Jirau, como todos los habitantes ribereños (ribeirinhos), pueblos indígenas, caucheros (seringueiros) y mulatos (quilombolas), de los grandes ríos Mamoré y Guaporé y sus afluentes : Mutum, Jacy, Riberião, Lages, Pakáas Novas, Cautário, São Miguel, Río Branco Rivoredo, Corumbiara, etc, en Brasil, así como los afectados indirectamente en Bolivia y Perú en el Río Beni y en el río Madre de Dios, no recibirán ningún tipo de compensación. Para estas decenas de miles de personas repartidas en tres países, no está prevista ninguna reparación por los impactos socioambientales de la mega represa de Jirau.
El Consorcio Energia Sustentável do Brasil-ESBR pretende recibir recursos financieros del mercado internacional del carbono, recurriendo a la certificación de la ONU, necesaria para vender créditos de carbono en el mercado mundial creado por el Protocolo de Kyoto. Según el grupo estatal ESBR la represa de Jirau, producirá "energía limpia y renovable" en gran cantidad, lo que evitaría la emisión de 5.089.200 de toneladas de CO2 a la atmósfera, si se construyeran centrales de energía térmica a partir de combustibles fósiles. Los informantes del grupo estatal ESBR, convenientemente, no responde cuanta será la emisión de gas metano del futuro embalse.
Otras informaciones proporcionadas por el Consorcio ESBR se recibieron con incredulidad de parte de los presentes, por ejemplo la referida a la reducción de las tasas de malaria y dengue en la región, o la que asegura que la contaminación de mercurio "es normal para la realidad amazónica", dijeron ante la incredulidad general que la mortalidad de peces era cero Jirau (sólo en la presa San Antonio, en el mismo río Madeira, han muerto 11 toneladas de peces!). Fue cuestionado también la información de que ya se habían registrado todas las familias desalojadas por la represa. La compensación social también fueron objeto de denuncias, ya aún no estaba satisfecha la compensación debida a los afectados por la represa Samuel construida en 1989.
La situación de los pueblos indígenas aislados, situados en la margen izquierda del Río Madeira, lugar directamente afectado por la construcción de la presa se planteó como pregunta. Pero la interrogante, convenientemente, se direccionó "al grupo de trabajo" aún no creado. Lo que demuestra la negligencia en el reconocimiento de los derechos originales de los pueblos indígenas. El Consorcio estatal ESBR, al desviar la cuestión de los pueblos indígenas en aislamiento y en riesgo, sigue siendo obstinado en querer ignorar su existencia mediante la construcción de la hidroeléctrica de Jirau dentro de su territorio tradicional, contribuyendo a un nuevo episodio criminal de exterminio de los pueblos indígenas del Brasil. Nos preguntamos ¿dónde está la garantía de sus derechos a la tierra y la supervivencia cultural? La seguridad de la vida de estas personas es un deber de toda la humanidad, y en Brasil se reconoce en la Constitución Federal.
Hacemos un llamamiento a la responsabilidad ética de la Justicia brasileña y las Naciones Unidas para oír a la sociedad civil organizada y paralizar la continuación de los trabajos de la gran represa de Jirau hasta que se resuelve la identificación y demarcación de los tierras indígenas, que son los más afectados por los grandes proyectos.
El Conselho Indigenista Missionário regional de Rondônia CIMI y la Comissão Pastoral da Terra de Rondônia CPT reafirman el contenido de la carta enviada el 14.01.2010, al presidente de la principal corporación inversionista en la represa de Jirau, la empresa pública francesa GDF Suez, solicitando entre otras cosas que la empresa suspenda inmediatamente las obras de Jirau y tomen medidas de emergencia con respecto a los impactos ambientales y sociales ya creados por la megaconstrucción; "la empresa GDF Suez y sus subsidiarias han puesto de manifiesto una grave falta de responsabilidad en la planificación y construcción de la hidroeléctrica de Jirau, además de violar los derechos humanos y las normas de protección del medio ambiente , hechos por los que la empresa es responsable, tanto en lo ético y lo legal ".
Conselho Indigenista Missionário regional de Rondônia
e Comissão Pastoral da Terra, regional de Rondônia
A EXPANSÃO DA 'FRONTEIRA ELÉTRICA' PARA A AMAZÔNIA: PARA QUE E PARA QUEM? ........ ambienteacreano.blogspot.com/2009/10/expansao...
Jirau: um projeto político e econômico altamente devastador para a Amazônia
O consórcio de empresas construtoras da Barragem do Jirau no Rio Madeira, Rondônia, ESBR, tenta dar uma fachada de sustentabilidade ambiental e social a um projeto político e econômico altamente devastador para a Amazônia.
A Barragem de Jirau prevê uma grande produção de energia e hoje está ajudando a muitas famílias a obter emprego temporário, porém os problemas culturais, ambientais e sociais que estão sendo provocados, desde agora são incontroláveis.
No dia 07 de janeiro de 2010 foi convocada uma reunião pelo Comitê de Sustentabilidade da Barragem de Jirau previsto no Plano de Gestão Ambiental. Estiveram presentes diversas empresas do Consórcio, autoridades e de associações de atingidos da região de Mutum Paraná, assentamento Joana D´Arc e outras; dos povos indígenas estava presente somente uma liderança karipuna; e membros das administrações públicas, como Ibama, Incra, Ministério Público Estadual e outros. Dos Movimentos Sociais estivemos presentes o CIMI/RO e a CPT/RO.
A reunião estava convocada para formar este Comitê, porém na prática se reduziu somente a repasses de informações de interesses do consórcio sobre as 33 condicionantes do Projeto Básico Ambiental- PBA. De um lado o consórcio se apresenta como um empreendimento ambiental e socialmente correto, por outro lado não foi oferecida possibilidade de intervir na pauta, nem foi dito quem faria parte da Comissão, menos ainda discutido o regime interno e agendada as próximas reuniões. Os representantes das associações dos atingidos e dos movimentos sociais presentes sentiram que foram convidados apenas para legitimar os interesses econômicos da ESBR.
Assuntos que pudessem ser contraditórios aos seus interesses eram desviados ou então direcionados para grupos de trabalhos, a exemplo da situação dos povos indígenas. Os que sofrerão impacto parcialmente indireto pela construção da barragem como todos os moradores ribeirinhos, indígenas, quilombolas e seringueiros, dos Rios Mamoré, Guaporé e dos seus afluentes: Mutum, Jacy, Riberião, Lages, Pakáas Novas, Cautário, São Miguel, Rio Branco Rivoredo, Corumbiara, etc, no Brasil, inclusive na Bolívia e no Peru, nos Rios Beni, Madre Dios; para estes não está prevista nenhuma compensação.
O Consórcio ESBR pretende receber recursos financeiros do mercado internacional de carbono, concorrendo ao certificado da ONU, necessário para vender créditos de carbono no mercado mundial criado pelo Protocolo de Quioto. Segundo o grupo ESBR a Barragem de Jirau vai produzir energia “limpa e renovável” em tão grande quantidade, que evitaria a emissão de 5.089.2000 toneladas de CO2 na atmosfera, se construídas centrais térmicas de combustíveis fósseis. Os informantes não responderam quanto será a emissão de gás metano que o futuro reservatório vai produzir.
Outras informações repassadas pelo Consórcio foram recebidas com incredulidade pelos presentes, a exemplo da redução dos índices de malária e da dengue na região; a contaminação de mercúrio “normal para a realidade amazônica”; a nula mortalidade de peixes em Jirau (somente na barragem de Santo Antônio, no mesmo rio Madeira, já morreram 11 toneladas de peixes!). Também foi contestada pelos atingidos a informação de que já tinham sido cadastradas todas as famílias despejadas. As compensações sociais também foram motivo de reclamações, pois ainda hoje não foram cumpridas as compensações sociais da Barragem de Samuel, construída em 1989.
A situação dos povos indígenas isolados, situados na margem esquerda do Rio Madeira, local diretamente impactado pela construção da barragem, foi levantada como questionamento. Porém foi direcionada para o grupo de trabalho, ainda não criado. Comprovando assim o descaso em garantir os direitos originários dos povos indígenas. O Consórcio, ao desviar a questão dos povos indígenas em situação de isolamento e risco, continua teimando em querer ignorar sua existência construindo a Barragem do Jirau dentro do seu território tradicional, contribuindo de forma criminal para um novo episódio de extermínio de mais povos indígenas do Brasil. Nos perguntamos onde está a garantia de seus direitos à terra e sua sobrevivência cultural? A garantia de vida desses povos é um dever de toda a humanidade, e do Brasil em cumprir o que garante a Constituição Federal.
Apelamos à responsabilidade ética da Justiça Brasileira e da ONU para ouvir a sociedade civil organizada e paralisar a continuidade dessa obra enquanto não solucionar a identificação e demarcação das terras indígenas que são as mais afetadas pelos grandes projetos.
O CIMI e a CPT de Rondônia reafirmam o conteúdo da carta dirigida em 14.01.2010, ao presidente da principal investidora da Barragem de Jirau, a empresa pública francesa GDF Suez que solicita dentre outras que a empresa suspenda imediatamente as obras de Jirau e tomem medidas emergenciais com relação aos impactos ambientais e sociais já criados por causa do empreendimento “a GDF Suez e suas subsidiarias têm demonstrado uma grave falta de responsabilidade nas etapas de planejamento e construção da usina de Jirau, além de violar os direitos humanos e as normas de proteção ambiental, fatos pelos quais a empresa é responsável tanto no plano ético como no legal”.
Conselho Indigenista Missionário regional de Rondônia
e Comissão Pastoral da Terra, regional de Rondônia