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La Guerra Verde de Antonio Brack: Operación cerco y aniquilamiento de dragas terminó en invasión del espacio fluvial boliviano

Publicado: 2011-02-23

 –  ... la draga se va a hundir envuelta en llamas...  ¿Qué los hizo pensar que la bandera y los permisos bolivianos les iban a servir para operar en el Perú?

 –  Estamos en Bolivia … – me dice despacio, marcando las palabras.

 –  Cómo va a ser –repondo– los marinos tienen GPS y han estado en comunicación todo el tiempo… no puede ser.

 –  Estamos en Bolivia…– insiste Flores, con acento de fatigada certidumbre.

 –  Habrá que ver las coordenadas –le respondo– las coordenadas no mienten.

Jefe Supremo de la División Verde de Fuerzas Especiales en Madre de Dios pide muñeca firme, mano dura y di-sol-ver las dragas, cueste lo que cueste. Operación cerco y aniquilamiento de dragas terminó en invasión del espacio fluvial boliviano.

Federación Minera de Madre de Dios declaró al tiempo que anunciaba un Paro Regional Indefinido: a muchas familias se les ha “enmarrocando” como a delincuentes, tal como debieron hacer en el caso de los corruptos de los petroaudios, de mafias de proyectos, de compra de indultos presidenciales … Es miserable, es canalla, es abusivo y humillante la manera como se está tratando a miles de mineros con el absoluto desprecio de parte de Antonio Brack Egg, ahora queda dar una respuesta social que esperemos que el propio Antonio Brack Egg tendrá que afrontar y esperemos que esta vez tenga la hombría de no esconderse bajo las faldas del Premier.

 El presidente regional (gobernador) de Madre de Dios, José Luis Aguirre, se mostró preocupado por el peligro de conmoción social que derivarse de la reacción de miles de mineros informales afectados, los que anunciaron un paro y otras medidas de protesta.

Censuró el hecho de no haber sido informado de la operación militar y demandó medidas de consenso ante el problema, incluidas la legalización de las actividades mineras y la creación de actividades económicas alternativas.

El vocero de la bancada del opositor Partido Nacionalista, Daniel Abugattás, criticó la violenta operación.

 

 Un grupo de Comandos navales de la Fuerza de Operaciones Especiales (FOES) aborda una draga en el río Madre de Dios. Siguiendo las órdenes dadas anteriormente la draga es tomada y asegurada. (Foto IDL reporteros)

Lancha de ataque de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Perú se prepara para zarpar. http://www.flickr.com/photos/59816560@N06/5466673505/

CACERÍA DE DRAGAS

En la intensa persecución con lancha rápida de una draga fugitiva, los intrépidos marinos, el severo fiscal y este periodista encuentran otra draga mayor. Luego de abordarla, reducirla y antes de hundirla, surge un problema: los tripulantes afirman estar en Bolivia. ¿La hemos invadido sin darnos cuenta? http://idl-reporteros.pe/2011/02/23/caceria-de-dragas-ii/

 

Por Gustavo Gorriti.-

El abordaje

La lancha de asalto llega a toda velocidad a la draga. En el último momento, el maquinista vira, se pone en paralelo a esta, corta máquina y en una sola maniobra frena la lancha y la acodera.

Los primeros FOES ya han saltado y mientras uno de ellos afirma la lancha y la amarra a la cubierta inferior de la draga, los otros se despliegan rápidamente por la embarcación, con rapidez y control a la vez. Armas aprestadas en una veloz y casi silenciosa coreografía de combate.

La lancha de asalto de los FOES se aproxima raudamente al abordaje de la draga.

 

Aprestamiento final del grupo FOES para el asalto de la draga.

 

Grupo FOES en pleno abordaje de la draga.

 

Dos miembros del grupo FOES inspeccionan y aseguran cada sección de la draga.

 

Dos agentes del grupo FOES entran y aseguran el primer nivel de la draga Pando I.

 

Agentes del grupo FOES juntan y aseguran a los tripulantes y capitán de la draga para inspección de la Fiscalía.

He saltado tras ellos y los sigo, veo que no tengo el ángulo abierto que necesito para abarcar el conjunto con la cámara, avanzo hacia un costado y observo entonces que la draga ya ha sido tomada y asegurada.

Una a una bajan las cinco personas que la ocupaban. No hay ningún intento de resistencia y las órdenes severas y terminantes son obedecidas sin discusión.

Las dos primeras personas son una pareja de brasileños: Emeraldo Rodrigues, de 39 años, y, me parece, su esposa. Dos hombres rubios, uno de ellos cubierto de tatuajes, bajan con rostro sombrío. La quinta persona es un peruano, Alexis Flores. Los marinos los hacen sentar juntos a todos, espalda contra espalda, mientras realizan, pistola en mano, la última revisión de los camarotes. Poco después comunican que está “todo limpio”, y entonces el oficial guardacostas, el teniente Burneo asume el control administrativo y lo pone a disposición del fiscal Cairo. Ambos empiezan a trabajar de inmediato en organizar las evidencias.

La draga resulta ser por dentro más grande y espaciosa de lo que se veía desde el río. La cubierta de arriba tiene varios camarotes, depósitos de herramientas, baño, cocina, comedor en la terraza. Hay tazas de café a medio consumir sobre la mesa y una hornilla encendida. Todo está muy bien organizado, clasificado y limpio.

 

Abajo está el corazón de esta procesadora flotante. Un motor masivo conectado a gruesas tuberías y, arriba, el objetivo de toda esa desmesura mecánica: el lugar donde se separa el oro del agua y la arena.

El fiscal Cairo y el teniente Burneo trabajan con organizada eficiencia, sacando y etiquetando muestras, apuntando lo necesario para llenar el acta fiscal. Luego, van a la mesa de la segunda cubierta y llaman a Rodrigues, el patrón de la nave, “¿Esto es de ustedes?”, le preguntan.

Son dos botellas pequeñas, llenas algo más de la mitad con un líquido blanco y transparente. El teniente Burneo me invita a levantar una de ellas. Pesa como un ladrillo. “Es por la densidad del mercurio”, explica Burneo.

¿Conoce el tremendo potencial contaminante de toda esa cantidad de mercurio?, pregunta Burneo a Rodrigues. Este no contesta directamente, pero dice y repite que ellos tienen todos los permisos en regla para operar.

Las paredes de la cubierta superior están llenas de papeles enmarcados. Permiso tras permiso de operación. Pero todos son de autoridades bolivianas.

 

Los turistas esperan para dar su testimonio a la Fiscalía.

 

Maquinaria extractora de la draga Pando I.

 

Teniente Primero Borneo de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas toma muestras. http://www.flickr.com/photos/59816560@N06/

 

Fiscal Aldo Cairo y Teniente Primero Borneo recompilan muestras.

 

 

El Teniente Primero Borneo muestra dos botellas llenas de mercurio líquido.

 

 

Documentos detallando permisos oficiales bolivianos abordo la draga Pando I.

 

 

Registro de Comercio boliviano abordo la draga Pando I. http://www.flickr.com/photos/59816560@N06/5467268710/

 

Capitán de Corbeta Roberto Hinojosa pide órdenes vía radio.

 

La partida de los FOES de la draga boliviana Pando I.

 

El capitán y los tripulantes en la cubierta de Pando I tras ser liberados por el grupo de FOES.

 

Dos lanchas con un grupo de la Fuerza de Operaciones Especiales busca rastro de dragas en el Río Madre de Dios.

 

El grupo FOES en camino de regreso a la base naval.

 

Los dos grupos de la Fuerza de Operaciones Especiales tras anclar luego de la cacería de dragas.

 

 

Las lanchas FOES, al mando del comandante Hinojosa, retornan a Puerto Maldonado (Foto: IDL-Reporteros).

Luego de un momento aparecen los tripulantes que obedecen sin resistencia las órdenes de los FOES. Después de informar que todo esta limpio, el oficial guardacostas, el teniente Burneo y el fiscal Cairo empiezan a organizar las evidencias.

Gorriti, quien también saltó al interior de la draga toma fotografías de lo que sucede. El teniente Burneo interroga a Emeraldo Rodrigues, patrón de la nave. Este les dice que tiene todos los papeles en regla, sin embargo son permisos bolivianos. El teniente le recuerda que “en el Perú solo valen las leyes peruanas”.

Un peruano, tripulante de la embarcación y detenido también, le dice a Gorriti que se encuentran en Bolivia.

El teniente Hinojosa, quien pide las coordenadas, confirma que se encuentran en otro país donde efectivamente las leyes peruanas no valen.

Si desea saber como se invadió sin saber Bolivia y en que terminó la huida del país de Evo Morales lea más de la Cacería de Dragas  http://lamula.pe/2011/02/23/idl-reporteros-y-la-caceria-de-dragas-ilegales-en-madre-de-dios/12692

Cacería de dragas II

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Permiso de operaciones de la draga Pando I (Foto: IDL-Reporteros).

 

“¡En el Perú solo valen las leyes peruanas!”, dice cortante el teniente Burneo, mientras el fiscal Cairo se prepara a iniciar la parte final de su diligencia.

Entre tanto, los dos explosivistas del FOES examinan dónde colocar las cargas de C4 para poder destruir sin peligro y hundir esta draga enorme.

Bajo y pregunto su nombre a los dos gringos, tensos y silenciosos. Uno es británico, Dominick Goodby; y el otro australiano, Darren Palme. Dicen haber llegado la noche anterior, que son turistas y que su objetivo inmediato era llegar a Puerto Maldonado.

 

El británico Dominick Goodby y el australiano Darren Palme se encontraban en la draga al momento de la intervención (Foto: IDL-Reporteros).

 

El peruano, Alexis Flores, mira al suelo y mueve la cabeza con la inconfundible expresión chasumá del estoicismo criollo. Ya se ha dado cuenta, como todos los demás, que la draga se va a hundir envuelta en llamas.

 –  ¿Qué los hizo pensar – le pregunto– que la bandera y los permisos bolivianos les iban a servir para operar en el Perú?

 –  Estamos en Bolivia … – me dice despacio, marcando las palabras.

 –  Cómo va a ser –repongo– los marinos tienen GPS y han estado en comunicación todo el tiempo… no puede ser.

 –  Estamos en Bolivia…– insiste Flores, con acento de fatigada certidumbre.

 –  Habrá que ver las coordenadas –le respondo– las coordenadas no mienten. Ahora le digo…

 Encuentro al comandante Hinojosa en laboriosa comunicación con la base de Puerto Maldonado a través de su teléfono satelital. Latitud y longitud: grados, minutos y segundos.

 –  Sí señor… ¿cómo dice? –silencio breve–… ya veo. ¿Señor? ¿Cómo podía saberlo si salí sin carta de navegación? Sabían dónde acoderamos para pernoctar y me ordenaron navegar una hora más antes de dar la vuelta. Y ni siquiera hice una hora. … Sí, sí, claro. ¿Sí, almirante? Es que me dijeron que el helo [helicóptero] nos iba a vectorear [dirigir desde el aire] para que con la otra lancha ubiquemos a la draga. El helo no salió y nos ordenaron seguir navegando hasta que anocheció y tuvimos que acoderar para pasar la noche… Sí, señor, esta mañana me indicaron que navegue una hora más antes de dar la vuelta para encontrar a la lancha del teniente Wilder Rosales. Sí, sí, entendido, señor… comprendido, almirante.

 –  ¿Me equivoco o parece que hemos invadido Bolivia?– le digo.

 Hinojosa asiente, mientras llama a dos subalternos.

 –  Y de repente las autoridades bolivianas no nos lo agradecen mucho …

 En ese momento, la comunicación implícita de grupo que ha operado varios años juntos ya ha hecho que todos los veteranos FOES se den cuenta de lo que ha pasado.

Hinojosa habla con el fiscal y con el teniente Burneo. Estamos definitivamente en territorio boliviano, indica. Hay que regresar de inmediato. La operación es abortada, pocos minutos antes de lo que hubiera sido el hundimiento de la draga.

Los oficiales de la Marina se disculpan ante Rodrigues con brevedad y cortesía, mientras las muestras regresan a sus recipientes originales y se le devuelve las botellas de mercurio.

No hay problema, dice el capitán de la draga, convirtiendo el alivio en cordialidad. “¿No quieren un café antes de irse?”.

Navegamos a velocidad río arriba por aguas que ahora sabemos bolivianas. El teléfono satelital, antes silencioso y poco comunicativo, no para de timbrar, e Hinojosa debe atenderlo, volver a explicar, mirar cada minuto el GPS e indicar dónde estamos. Los marinos están serenos pero parecen ligeramente preocupados.

A mí, confieso, la situación me parece de lo más divertida. Claro que pudieron haber acaecido desastres… si hubiera habido un tiroteo en la draga… si el teléfono satelital no hubiera funcionado por unos quince minutos más y se hubiese reventado y hundido la draga… ambos escenarios muy probables pero que, por la combinación de suerte y eficiencia profesional de los marinos y el fiscal, no llegó a suceder. Ahora todo lo que necesitamos, poco después de las ocho de la mañana, es cruzar la frontera sin toparnos con una lancha patrullera boliviana…

Diez minutos después, sobre un cerro pequeño junto a la ribera derecha vemos un edificio con la bandera boliviana. Poco más allá, una bandera minúscula sobre una construcción medio precaria, nos indica que estamos de nuevo en el Perú.

Unos kilómetros más arriba nos encontramos con la otra lancha FOES. Son el segundo pelotón de comandos navales que ha llegado desde Pucallpa, todos bajo las órdenes de Hinojosa. Los dirige el teniente Wilder Rosales. Ya se han enterado por la radio de lo que ha pasado y reciben entre risas a sus compañeros del pelotón “los espartanos”. Mientras desayunan juntos, Puerto Maldonado ordena apurar el regreso.

Salen las dos lanchas río arriba, atraviesan un frente de lluvia que nos empapa y en poco rato más arribamos a Puerto Maldonado y al final feliz de nuestra inadvertida y efímera invasión de Bolivia.

Precuela 

Estuve entre los directores de medios convocados el viernes 18 al final de la tarde al despacho del ministro de Defensa, Jaime Thorne. Este informó de la decisión del gobierno de declarar fuera de la ley y destruir las dragas grandes y medianas que depredan Madre de Dios. La Fuerza Armada se iba a hacer cargo de las acciones de intervención y destrucción, que arrancaban el día siguiente en Puerto Maldonado con una operación de las tres armas a la que estábamos invitados a asistir y cubrir. 

Hice mi mejor intento por convencer a Raúl Vargas, a Juan Paredes y hasta a Laura Puertas sobre las ventajas del ejercicio al aire libre, pero al día siguiente fui el único de ese grupo que se embarcó con Thorne, los ministros del Interior, Miguel Hidalgo; del Ambiente, Antonio Brack; el jefe del comando conjunto, general EP Luis Howell, los comandantes generales de la FAP, general Carlos Samamé y de la Marina, almirante Jorge De la Puente; y el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Carlos Miranda. Iba también un nutrido grupo de periodistas batalladores de los varios medios, desde respetadísimos veteranos como Óscar Medrano y Virgilio Grajeda hasta jóvenes que no habían dejado los pañales cuando Medrano y Grajeda ya cubrían nuestra historia. 

En ruta a Madre de Dios, los ministros del Ambiente, Antonio Brack; de Defensa, Jaime Thorne; y del Interior, Miguel Hidalgo (Foto: IDL-Reporteros).

 

El centro de comando y control de la operación se montó en la base aérea de Puerto Maldonado, bajo la dirección del vicealmirante AP Carlos Tejada. Y aunque el secreto operativo no sobrevivió a la reunión del viernes en el ministerio de Defensa, en los hechos, la sorpresa parece haber sido suficiente para la fuerza de tarea. 

Las operaciones empezaron a media mañana del sábado, con el objetivo de tomar y destruir una docena de dragas medianas. Hacia el domingo, sin embargo, ya eran diecinueve las dragas incendiadas y hundidas. 

Hasta pasado el mediodía del sábado, los periodistas sobrevolamos las operaciones en helicópteros de la Fuerza Armada. En el que me tocó, vi a las lanchas de asalto de los marinos aproximándose a un par de dragas y luego, desde la distancia del aire, las lanchas acoderadas al lado de las dragas luego del abordaje y antes del hundimiento o incendio de estas. 

Por la tarde, me dijeron que unas lanchas que acababan de concluir sus misiones, iban a salir en persecución de una draga grande que había sido avistada cuando la remolcaban río abajo. Pedí acompañar a los marinos y me permitieron hacerlo. 

Llegué poco antes de las cuatro de la tarde a la Capitanía de Puerto en Puerto Maldonado y bajé hacia el rústico embarcadero. Ahí encontré a los FOES al mando del comandante Hinojosa, junto con el fiscal Cairo, en pie operativo desde las cuatro de la mañana. 

En lugar de salir de inmediato, pasamos más de una hora esperando, me parece, la carta de navegación del sector en el que las dos lanchas iban a operar. Al final, poco después de las cinco de la tarde, salimos sin la carta. Le habían indicado a Hinojosa que un helicóptero iba a sobrevolar su área, para ubicar a la draga y vectorizar las lanchas. 

Al final, el helicóptero nunca sobrevoló ni voló ni hizo contacto e Hinojosa recibió instrucciones de seguir navegando río abajo. Luego de las seis de la tarde, al caer la noche, se le ordenó empezar el camino de regreso, pero minutos después Hinojosa ordenó acoderar por el peligro que significaba navegar en la oscuridad. 

Desembarcamos junto a un rancho apartado y muy rústico, donde encontramos solo a Guillermo Begazo, de 85 años, cuyo terror inicial al ver aparecer tanta gente armada se convirtió en alivio al saber que ellos significaban compañía y protección. Parte del contingente durmió en la lancha y parte en el rancho de Begazo. 

Al romper el alba del día siguiente, el contingente ya estaba preparado para reasumir operaciones. Entonces Hinojosa recibió la orden de seguir río abajo, cosa que llevó al contingente a la involuntaria y efímera invasión a Bolivia. 

El grupo FOES que acompañé resultó remarcable. No representan la imagen que muchos tendrían de un contingente de fuerzas especiales. Para empezar, varios de estos guerreros profesionales son mayores, de más de treinta años. Uno de ellos bordeaba la cincuentena. Son gente más bien reposada y cargada de experiencia. La relación de los oficiales de mar (el equivalente de suboficiales) con los oficiales, es disciplinada pero mucho más horizontal que la que he visto en otras fuerzas. 

En el momento de entrar en acción, sin embargo, la eficiencia personal y de grupo fue notable. Sin movimientos desperdiciados, la sincronizada y decisiva acción de la unidad se tradujo en una gran velocidad, eficacia y control en la ejecución. 

Todo ese grupo bajo el mando general de Hinojosa, que operó en dos lanchas, están basados en Pucallpa y se llaman a sí mismos, “los espartanos”. Después de este domingo, por lo menos una mitad podría llamarse también “los bolivianos”. 

'Los espartanos’, bajo el mando del comandante Hinojosa, al llegar a Puerto Maldonado (Foto: IDL-Reporteros). 

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22 de Febrero del 2011 - El ministro de Defensa, Jaime Thorne, denunció que algunas autoridades de Madre de Dios, como su presidente regional, Luis Aguirre Pastor, son "tolerantes" con la minería ilegal, actividad que viene siendo enfrentada por el Estado. "Es natural que en cierta manera (las autoridades) se presten a ciertas componendas, por lo menos acomodos, y sean tolerantes con la minería informal", declaró ayer en RPP al presentar un balance sobre los operativos de destrucción de las dragas ubicadas en los ríos Inambari y Madre de Dios.

Thorne dijo no entender cómo el presidente regional Aguirre Pastor afirma que los operativos contra la minería ilegal van a afectar la economía de la región. "Es una declaración inapropiada. El presidente regional debe analizar que los $800 millones que circulan por allí (en la extracción ilegal) generarían un gran ingreso por canon", expresó. En otro momento, informó que 19 dragas fueron destruidas e incineradas por agentes de la Marina de Guerra y las Fuerzas Armadas. "Son dragas que ya no son artesanales. Teníamos visualizadas 13, para destruirlas, pero hasta ayer (domingo) en la noche se había destruido 19 dragas".

Luis Aguirre Pastor negó estar coludido con la minería informal o con las grandes mafias en Madre de Dios. "Hemos mostrado preocupación frente a una acción policial-militar de la que nosotros no teníamos conocimiento. Nuestra preocupación es que se

Paro indefinido desde hoy en Madre de Dios

Frente a las protestas de los mineros afectados por los operativos en los ríos de Madre de Dios que destruyeron 19 dragas, y para evitar cualquier acto de violencia por el paro regional indefinido convocado para hoy miércoles 23 de febrero por la Federación Minera, las Fuerzas Armadas (FFAA) prestarán apoyo a la Policía  a fin de garantizar el funcionamiento de los servicios públicos esenciales en el departamento de Madre de Dios.

Según la resolución suprema publicada en una edición extraordinaria de las Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, la actuación de las FFAA está dirigida a garantizar el funcionamiento de servicios públicos como agua, luz, aeropuerto, vías de acceso y otros, y resguardar puntos vitales para el normal desarrollo de las actividades de la población.

Ello permitirá que los efectivos de la Policía Nacional concentren su accionar en el control del orden público y la interacción con los lugareños, agrega. Asimismo, aclara que el control interno permanece en todo momento a cargo de la Policía Nacional y la actuación de las FFAA representa una “tarea de apoyo”.

El anunciado paro, según declararon los dirigentes de la Federación Minera, es como medida de protesta contra los decretos de Urgencia 012-2010 y Supremo 04-2011, a los que consideran inconstitucionales.

Los responsables señalan que su manifestación será pacífica y tiene como objetivo que el gobierno central derogue las normas mencionadas, pidiendo a las autoridades regionales, organizaciones sociales y sociedad civil que apoyen esta medida de lucha.

Por otro lado, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), del Ministerio de Agricultura, dictó un paquete de medidas destinadas a recuperar y proteger la calidad del agua de los ríos del departamento de Madre de Dios, así como evitar su contaminación por la minería informal.

La resolución publicada en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano señala que, en tanto esté vigente el Decreto de Urgencia 012-2010, la ANA no podrá otorgar autorizaciones para ejecutar obras, instalar equipos o artefactos permanentes o transitorios, o cualquier otro tipo de actividad destinada al desarrollo de la actividad minera en la zona declarada de “exclusión minera acuífera”.

En ese sentido, las administradoras locales del agua (ALA) solicitarán el apoyo de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) para el retiro, demolición u otra medida complementaria que sea necesaria para erradicar las obras, equipos o artefactos instalados sin la autorización respectiva.

La disposición indica que la ANA podrá sancionar cualquier infracción a las disposiciones contenidas en la Ley de Recursos Hídricos o a su Reglamento. Finalmente, la disposición precisa que la ANA carece de facultades para autorizar la instalación de dragas o artefactos similares destinados al desarrollo de actividades extractivas auríferas en los cauces o riberas de los ríos o lagos navegables de Madre de Dios, razón por la cual no ha otorgado ningún permiso sobre el particular.  http://diariolaprimeraperu.com/online/nacional/paro-indefinido-desde-hoy-en-madre-de-dios_80463.html#

 

 

 


Escrito por

malcolmallison

Biólogo desde hace más de treinta años, desde la época en que aún los biólogos no eran empleados de los abogados ambientalistas. Actualmente preocupado ...alarmado en realidad, por el LESIVO TRATADO DE (DES)INTEGRACIÓN ENERGÉTICA CON BRASIL ... que a casi ning


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