Pigmeos arrinconados al borde de la extinción por gobierno de Ruanda.
The director of Survival International, Stephen Corry, said today: "Destroying the homes of the Batwa, against their wishes, to let it soak in the rains, it sounds macabre joke or behavior characteristic of an enemy force.
Como parte de una velada campaña de exterminio digitada por el gobierno de Ruanda unos 30,000 techos de paja han sido destruidos en los últimos tres meses sólo en la región Provincia Sur. Miles de familias de pigmeos se han quedado sin hogar.
Los Pigmeos (batwas o simplemente twas) vivían tradicionalmente de la caza y de la recolección, son probablemente los primeros habitantes del África Ecuatorial. Presentes en Ruanda, Burundi, Uganda, RDC, Congo Brazzaville, Gabón, República Centroafricana y Camerún, son aproximadamente 200,000. Dispersos en islotes de población, se encuentran cada vez más enfrentados a la deforestación, a los gobiernos que quieren transformarlos en sedentarios, y a la influencia cada día más fuerte de los Bantúes que a menudo se consideran propietarios de “sus” pigmeos.
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Ruanda: campaña contra techos de paja deja sin hogar a miles de pigmeos
Una familia entre las ruinas de su hogar. Los Twa (o Batwa), una comunidad de pigmeos que representa apenas el dos por ciento de la población de Ruanda --compuesta sobre todo por tutsis y hutus--© Survival
Un programa del Gobierno de Ruanda para destruir todos los techos de paja del país ha dejado a miles de pigmeos batwa sin hogar.
Un programa del Gobierno de Ruanda para destruir todos los techos de paja del país ha dejado a miles de pigmeos batwa sin hogar.
04. abril 2011 Nicola Sossass Survival International
Los hogares de cientos de familias batwa han sido destruidos en los últimos meses, por lo que se han visto forzadas a vivir a la intemperie durante la estación de lluvias.
Las autoridades planean destruir todos los techos de paja del país antes del próximo mes de mayo. Según esta destructiva iniciativa, las familias que se lo puedan permitir deberán construir nuevas casas asumiendo los costes.
El techo de este hogar batwa fue quemado como parte del programa del Gobierno. © COPORWA/Survival
Se supone que a los más pobres (entre los que se incluyen casi todos los batwa) se les darán planchas de hierro para reemplazar la paja, y que los enfermos y los ancianos deberían recibir casas completamente nuevas. Pero muchas cabañas han sido destruidas sin que se hayan entregado las nuevas viviendas.
Entre los más afectados están los batwa, el sector de la población más marginado en la sociedad ruandesa. Los batwa de Ruanda están sometidos a diario a un racismo y a una discriminación muy arraigados .
Se dice que 30.000 techos de paja han sido destruidos en los últimos tres meses sólo en la región Provincia Sur. Miles de familias se han quedado sin hogar.
Muchas familias han quedado sin hogar. © COPORWA/Survival
El gobernador de Provincia Sur ha justificado las demoliciones diciendo que “la gente parecía feliz de quedarse en sus casas con techos de paja y no mostraron ninguna intención de dejarlas”. Survival International ha presentado una queja ante las autoridades de Ruanda.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Destruir los hogares de los batwa, en contra de sus deseos, para dejar que se empapen bajo las lluvias, suena a broma macabra o a un comportamiento propio de una fuerza enemiga. El hecho de que sea su propio Gobierno el que lo esté haciendo ‘por su propio bien’ muestra una arrogancia deplorable. No mejoras las viviendas de la gente demoliendo las que ya existen y dejándolos sin nada”.
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signsofthelastdays.com/archives/dr-bree-keyto...
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Rwandan ‘anti-thatch’ campaign leaves thousands of ‘Pygmies’ homeless
04. abril 2011 Nicola Sossass Survival International
A Rwandan government programme to destroy all thatched roofs in the country is leaving thousands of Batwa ‘Pygmies’ homeless.
Hundreds of Batwa families have seen their homes destroyed in recent months, forcing them to live in the open during the rainy season.
The authorities plan to destroy all thatched roofs in the country by May this year. Under the destructive scheme, families with means are meant to build new houses at their
The very poor (which include almost all Batwa) are supposed to be provided with iron sheets to replace the thatch, and the sick and elderly should be given completely new homes. But many huts have been destroyed without new homes being provided.
The roof of this Batwa hut was destroyed as part of a government scheme to rid Rwanda of all thatched housing. Hundreds of Batwa families have been left without shelter as a result.
Among the most affected are the Batwa, the most marginalized people in Rwandan society. Rwandan Batwa are subjected to deep-seated racism and discrimination on a daily basis.
In Rwanda’s Southern Province, 30,000 thatched huts are said to have been destroyed in the last three months. Thousands of families have been left homeless.
The Governor of the Southern Province has justified the demolitions by saying ‘people were seemingly happy to stay in their thatched houses and showed no commitment to leave them.’ Survival has protested to the Rwandan authorities.
Stephen Corry, Survival’s director, said today, ‘Destroying Batwa’s homes, against their wishes, leaving them drenched by the rains, sounds like a sick joke, or the action of an enemy force. That their government is doing this ‘for their own good’ is deplorably arrogant. You don’t improve people’s housing by demolishing their existing homes and leaving them with nothing.’
The roof of this Batwa hut was destroyed as part of a government scheme to rid Rwanda of all thatched housing. Hundreds of Batwa families have been left without shelter as a result. © COPORWA/Survival
Rwandan ‘anti-thatch’ campaign leaves thousands of ‘Pygmies’ homeless, APRIL 2011
El Pueblo Pigmeo
Los Pigmeos vivían tradicionalmente de la caza y de la recolección, son probablemente los primeros habitantes del África Ecuatorial. Presentes en Ruanda, Burundi, Uganda, RDC, Congo Brazzaville, Gabón, República Centroafricana y Camerún, serán hoy en día aproximadamente 200.000. Dispersos en islotes de población, se encuentran cada vez más enfrentados a la deforestación, a los gobiernos que quieren transformarlos en sedentarios, y a la influencia cada día más fuerte de los Bantúes que a menudo se consideran propietarios de “sus” Pigmeos. En Camerún, el oleoducto Tchad-Camerún representa una amenaza real para los Pigmeos Gyélis.
ALGO DE HISTORIA
En el siglo IV a. C. los twas, pigmeos cazadores penetran en las montañas boscosas de Ruanda y se instalan allí de manera permanente. Unos siglos más tarde, hacia el XI d.C, agricultores hutus comienzan a llegar a la región y a establecerse de forma sedentaria, conviviendo con los twas en paz. Cien años después, y ya en el siglo XII y XIII de manera más clara, granjeros tutsis llegan a Ruanda provenientes de los alrededores (principalmente de la actual Uganda). También estos últimos se instalan en la zona y en el siglo XIV pasan a formar parte de una comunidad formada por twas (cazadores), hutus (agricultores) y tutsis (ganaderos). La convivencia entre las dos últimas etnias fue simbiótica durante un tiempo hasta que a partir del siglo XVI, los principales jefes tutsis inician unas campañas militares contra los hutus, acabando con sus príncipes, a los cuales, de forma cruel y simbólica, cortaron los genitales y los colgaron en los tambores reales buscando humillar a sus contrincantes y recordarles que éstos, los hutus, eran súbditos de los tutsis.
Fue en el SXIX, cuando se creó una estructura socioeconómica clasista que aumentaría a causa de la colonización europea; alemana y luego belga. La influencia occidental, a través de la introducción artificial por los belgas de un carné étnico (1934) que otorgaba a los tutsis mayor nivel social y mejores puestos en la administración colonial, acabó institucionalizando definitivamente las diferencias sociales.
Mientras tanto, los pigmeos twas, gozaron temporalmente de un relativo buen trato por parte de la casta tutsi que consideraba a los cazadores de las montañas por encima de los hutus en la pirámide social. Cuando la presión colonial u neocolonial de Alemania, Bélgica, Francia y Estados Unidos aumentó, los pigmeos terminaron arrinconados al borde de la extinción.
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GENOCIDIO DE RUANDA
En 1959, miles de tutsis huyeron de la revolución de los hutus, quienes, CON EL BENEPLÁCITO DE LA AUTORIDAD COLONIAL BELGA, derrocaron la monarquía tutsi y tomaron las riendas del poder socioeconómico. Este sangriento episodio, que inició la secuencia de genocidios en Rwanda (1963, 1965, 1973 y 1994) y la secuencia de genocidios en la nación gemela de Burundi (1965, 1972, 1988 y 1993) en torno al antagonismo tutsi-hutu, quebró un esquema de castas muy estratificado que en el caso de Rwanda venía funcionando desde mucho antes de la colonización europea.
Se denomina "Genocidio de Ruanda",´más restringidamente, al intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda en 1994. En Ruanda se distinguían dos estamentos dentro de la etnia Banyaruanda, a la que pertenece toda la población: la mayoría hutu y el grupo minoritario de tutsis. Ambas distinciones fueron eliminadas de los carnets de identidad en 1994. No es posible distinguir los ciudadanos porque no hay ni rasgos raciales ni lingüísticos específicos de hutus y tutsis. Antes de la independencia del país, sus líderes siempre fueron tutsis.
Estados Unidos nunca usó la palabra genocidio en la época en que moría más de un millón de personas, durante el tiempo que duró el último genocidio en el país centroafricano. Solo hablaron de «actos de genocidio» para describir la situación. Pero lo más importante y que más influencia tuvo en el seno de las Naciones Unidas y por lo que no se actuó antes, fueron las continuas discrepancias que Estados Unidos sostuvo con el Secretario General de la ONU en ese momento, Boutros Boutros-Ghali. Las decisiones de éste, en varias ocasiones, colisionaron con las intenciones del gobierno yanqui.
Otro aspecto importante para comprender mejor la actitud de los Estados Unidos frente al genocidio ruandés y según argumentan Joan Casòliva y Joan Carrero fue el interés de los norteamericanos por influir en la zona. El mismo Secretario de Comercio de Estados Unidos de América, ya a principios de 1996, expresó las intenciones de Norteamérica en relación a África:
La era del dominio económico y de la hegemonía comercial de Europa sobre África ha terminado. África nos interesa.
LA MINERÍA
Es sabido que el subsuelo del Congo contiene yacimientos de cobre, cobalto, zinc, plata, diamantes, uranio, cadmio, coltán y otros metales raros, pero sobre todo concentraciones de oro en cantidades excepcionales. Esto determina las actitudes de los países que tradicionalmente han dominado la zona desde la época colonial. Las grandes concentraciones de oro (18 Kg/ton. de oro fino)determinan el insolidario comportamiento de los países occidentales, que han priorizado el controlar los ingentes recursos naturales de la zona a las vidas humanas.
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Los pigmeos ruandeses caen lentamente en el olvido
Jueves 15 de Abril de 2010 - Los pigmeos Twa de Ruanda que están disminuyendo rápidamente, considerados como los habitantes originales de esta nación centroafricana, viven ahora en la periferia, luchando contra la miseria, la discriminación y la exclusión en general.
Una pequeña comunidad que se gana la vida a duras penas en las laderas de una colina tremendamente escarpada en Bwiza -en el centro del país- encarna los problemas de Ruanda tras el genocidio.
Los vecinos de Bwiza vinieron buscando tierras, ya que habían perdido las que sus familias poseyeron durante décadas.
El alcoholismo es una plaga en esta comunidad, en la que se pierden hasta dos niños por cada uno que nace y que tiene poco o ningún acceso a la sanidad.
“Mueren muchos niños. Yo tenía nueve y ahora tengo tres,” dice Jowas Gasinzigwa, apoyándose en un tosco bastón.
Hay 46 familias en la aldea y sólo 50 niños, de los cuales 15 asisten a la escuela. Todo esto en un país en el que la mayoría de las mujeres tienen 5 ó 6 hijos.
“Yo ahora tengo tres y antes tenía seis,” afirma Celestin Uwimana, de 38 años. “Muchos mueren a causa de la malaria por que no los llevan al hospital cuando nacen. Otros cogen la meningitis”.
El hospital más cercano se encuentra a dos horas de camino. Los pigmeos viven en cabañas de paja, y las enfermedades respiratorias son un problema importante debido a las goteras de los techos y la humedad.
Zephirin Kalimba, el líder de una organización que ayuda a las comunidades Twa a través de proyectos de desarrollo, afirma que éstos constituyen entre 33.000 y 35.000 personas de la población total de Ruanda -10 millones-.
Mientras que la población de Ruanda está creciendo en conjunto, el número de pigmeos disminuye, un cambio probablemente relacionado con su desplazamiento de su tierra original en la selva y el fin de su forma de vida tradicional de cazador-recolector.
Aunque los Twa solían poseer tierras, más del 40 por ciento de las familias Twa en Ruanda se encuentran hoy sin tierras. Fueron expulsados de los bosques, que se convirtieron en parques naturales. Fue sólo cuando fueron expulsados de sus tierras ancestrales que empezaron a cultivar de manera muy irregular.
En Bwiza los hombres, calzados con botas de goma o sandalias, se sientan en la sombra a quejarse. Son las mujeres quienes trabajan con la azada un campo cercano que pertenece a una viuda Twa, que a su vez heredó la tierra de su marido –no perteneciente a los Twa-. Ellas llevan a sus niños a la espalda, atados con correas, bajo el sol abrasador.
De vez en cuando ambos grupos empiezan a reírse, a bailar e inventan canciones sobre la marcha: sobre cómo “el ministro dijo que los Twa necesitan techos metálicos para sus casas” y cómo “Ruanda tiene muchos médicos, pero ninguno cerca de los pueblos Twa”.
Kalimba dijo que debería proporcionársele a la comunidad la misma ayuda que obtienen los discapacitados o las mujeres en Ruanda. En lugar de eso, los Twa están prácticamente excluidos de las medidas del gobierno para paliar la pobreza.
Los pigmeos tuvieron incluso que cambiar el nombre de su organización, la Comunidad de Indígenas Ruandeses, pues el gobierno alegaba que la identificación de las líneas étnicas contribuyó al genocidio de 1994 que acabó con la vida de 800.000 personas.
La primera referencia que se tiene de los pigmeos se trata de una carta escrita en el 2.276 A.C. por el niño faraón Pepi II. Más recientemente el explorador franco-americano Paul du Chaillu describió detalladamente sobre su encuentro con los pigmeos en la selva de Gabon en 1867.
Pero su pequeña estatura los ha mantenido durante mucho tiempo apartados, y muchas veces los ha estigmatizado. Los pigmeos fueron en un tiempo mostrados en zoológicos o circos como curiosidades y en su África nativa a menudo se los considera bien sub-humanos o poseedores de poderes especiales.
Hoy día los Twa tratan de salir adelante por medio de trabajos temporales y la cerámica.
Cuando los Twa, también presentes en los países vecinos de Burundi, la RDC y Uganda, consiguen trabajos es normalmente en las tierras vecinas y el sueldo es una miseria.
Se quejan de persecución tanto en el trabajo como en la escuela.
“Si vamos a buscar trabajo donde alguien está construyendo una casa, sólo nos contratan si no hay trabajadores de otras etnias”, dice Uwimana.
“Cuando conseguimos algo de dinero cultivando un campo común… e intentamos ingresarlo en el banco, vamos allí y nos dicen <Ha, eres un Twa> y se niegan a abrir una cuenta”, añade.
Algunos de ellos han empezado a beber por causa de la desesperación.
Cuando le preguntamos a Justin Nzabandora, de 14 años, si pasa lo mismo en la escuela, dice que los niños Twa dejan de estudiar a menudo porque “se cansan de que los otros chicos los señalen y digan “mira, es un Twa”.
Bwiza, Rwanda
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EL HOMBRE QUE SE TRAE ABAJO LOS TECHOS DE PAJA DE LOS PIGMEOS
Presidente de Ruanda, Paul Kagame, imputado por el Tribunal de Grande Instance de Francia y por la Audiencia Nacional española como máximo responsable de los delitos de genocidio y de lesa humanidad que han supuesto la muerte de varios millones de personas en el Congo y en Ruanda.
Fue elegido, junto a Zapatero, para presidir un grupo de lucha contra la pobreza
Las organizaciones recuerdan las acusaciones de genocidio contra Kagame
Las ONG denuncian al presidente de Ruanda
Kagame asistió a escuelas de primaria y secundaria en Uganda. Muchos años después iba a obtener de la Open University de Londres un diploma de Administración de Empresas.
Kagame se curtió en la guerra de guerrillas hasta la toma de Kampala por el NRA y la conversión de Yoweri Museveni en el jefe de Estado de Uganda en enero de 1986. Para 1990 Kagame se encontraría asistiendo a un curso para mandos de Estado Mayor en Fort Leavenworth, Kansas, cuando se decide su regreso a Ruanda para participar de las guerrillas que luchaban por el poder. Tras la toma del cual, como su mentor Yoweri Museveni en Uganda, Paul Kagame abrazó la economía liberal de mercado y se aseguró la atención del FMI, que como los proveedores de ayuda al desarrollo se mostró bastante condescendiente con el desmesurado presupuesto de Defensa: en 1994 el devastado país obtenía el 85% de sus ingresos en concepto de asistencia extranjera, pero destinaba el 50% de los gastos a la milicia. El estilo de Kagame, étnicamente tutsi, algo más que el hombre fuerte del régimen, es típicamente castrense; hombre con fama de espartano y discreto, nada untuoso con los medios de comunicación, afín a Museveni en Uganda, acometió la reconciliación nacional con más fe en la disciplina que en el libre desenvolvimiento político.
El tándem Kagame-Museveni ha justificado una y mil veces su injerencia en aras de la seguridad de sus respectivos países y culpado a sus adversarios del rebrote de las matanzas étnicas y de las incursiones de las guerrillas hutus en la región de los Grandes Lagos africanos.
Ambiciones geopolíticas aparte, la aventura congoleña ni siquiera le reportó a Rwanda seguridad interior; antes bien, espoleaba la coordinación de las distintas fuerzas hutus de Rwanda y Burundi para derrocar a los respectivos gobiernos protutsis.
Se sospecha que Paul Kagame dio la orden de atentar contra el avión en el que viajaban el presidente de Ruanda y el de Burundi en 1994 y que acabó con la muerte de ambos. Por este doble magnicidio, detonante del capítulo más sangriento ruandés, se le relaciona con la matanza de cuatro millones de personas, entre las que se encontraban nueve misioneros y cooperantes españoles.
Paul Kagame aceptó a mediados de 2010 la propuesta de la ONU de encabezar un grupo internacional para luchar contra pobreza. Desde entonces, las ONG no descansan. La decisión del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha traído hasta Madrid a Kagame. El alto cargo de Naciones Unidas le nombró a él y a José Luis Rodríguez Zapatero copresidentes de un grupo para impulsar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), las metas que la comunidad internacional se fijó en el año 2000 para reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre en 2015... increíble!!!
En este contexto, destruír 30,000 techos de paja sólo en la región Provincia Sur de Ruanda, como parte de una velada campaña de exterminio de pigmeos, digitada desde el gobierno de Ruanda, puede entenderse perfectamente. Decenas de miles de familias de pigmeos se han quedado sin hogar.
Rwanda is a military republic with two houses of parliament. The president, Paul Kagame is assisted by the Prime Minister Bernard Makuza. Paul Kagame has been in control of Rwanda since his rebel army ended the slaughter of hundreds of thousands of people in 1994. Rwanda held its first local elections in 1999 and its first post-genocide presidential and legislative elections in 2003. Mr Kagame was re-elected President in 2010. Rwanda first joined the Commonwealth in 2009.
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PIGMEOS: El Bosque de la Desesperanza
Demain le monde, Belgique, octobre 2001
En el este de la RDC asolada por un conflicto que no termina, los Pigmeos Twa parecen vivir sus últimos años. Este es el actual estado del descenso a los infiernos de este pueblo eternamente olvidado.
Si les sorprendemos por causalidad, las miradas vacías, los rostros extraviados y los mugrientos harapos que difícilmente pueden denominarse ropa, dicen mucho sobre la situación de los Pigmeos Twa supervivientes en la región Bukavu.
Aquí, en Kivu, en esta provincia de la República Democrática del Congo controlada por los rebeldes nadie da nada por el futuro de aquellos que probablemente fueron los primeros habitantes del África Ecuatorial.
Alrededor de los poblados Twa, algunos árboles nos recuerdan el gran bosque que les sustentaba antaño. El tiempo en que estos pequeños hombres podían vivir en el corazón de la jungla ha quedado atrás.
Las montañas sagradas de Kahuzi y Biéga dominan estos poblados moribundos. Sus bosques alojan familias de elefantes nómadas que se desplazan al antojo de las estaciones, buscando el frescor de las altitudes y replegándose frioleramente en las tierras bajas en los meses de junio y julio. Este complejo ecosistema, atrajo el siglo pasado la atención de los colonos belgas. Los vastos territorios de caza, habitados por los espíritus de los ancestros de los Twa y su apacible y escasa descendencia determinó la creación del Parque Nacional de Kahuzi-Biéga.
Los pigmeos utilizados como guías por los colonos cazadores, fueron rápidamente considerados como un estorbo y una amenaza para la fauna del parque. Desde la legalización oficial del santuario, en 1958, los 3 distritos bantúes de Kabare, Kalonge y Naninja recibieron compensaciones financieras a título del canon habitual. Los pigmeos no dieron importancia a ninguno de estos sucesos y de esta forma fueron apartados de un metódico proceso que suponía su expulsión.
Cazadores y Alfareros
Mientras tanto, los Twa no subsistían únicamente de la selva. Tras largo tiempo de contacto con las diversas etnias de Kivu, se encontraban integrados en un vasto sistema sociocultural y económico, en el que interpretaban el papel de alfareros, músicos o trabajadores temporales para los sedentarios bantúes. Además los productos obtenidos de la caza eran y son en gran medida destinados a la venta a estos últimos. Los conservacionistas justifican así el cierre del parque, afirmando que los Twa no cazan únicamente para sobrevivir, sino que utilizan la caza furtiva como un medio para conseguir dinero...
Este desplazamiento forzoso habría podido realizarse sin demasiados enfrentamientos si no fuera por el exceso de población existente en Kivu. La explosión demográfica de las últimas décadas ha hecho que la densidad de población se incremente a 300 hab/Km2 en determinadas zonas. Tras los trágicos acontecimientos de Ruanda, los numerosos refugiados han agravado la presión sobre el entorno y las tensiones inter-étnicas. Hoy, fuera del parque, la deforestación es espectacular. Los Twa no encuentran más que algunas ratas al borde de sus nuevos poblados. Y los Bantúes que antes utilizaban su talento de artesanos y músicos, prefieren hoy los recipientes de vidrio o de plástico y organizan menos festejos.
En consecuencia, la malnutrición, la mortalidad infantil y las enfermedades, asolan a esta pequeña comunidad. Y la realidad es que, arrancados de lo que los aventureros denominaban el “infierno verde”, los Pigmeos se debilitan.
Parque Saqueado
El parque prohibido de Kahuzi-Biéga cobra cada día mayor importancia. Hoy los Twa reivindican el derecho de caza en parte del parque. Pero los Bantúes carentes de tierras ambicionan también parte de este territorio. La protección de la naturaleza es un concepto extraño que parece absurdo para estos cultivadores empujados por la miseria y la superpoblación.
Por tanto, el Parque Nacional de Kahuzi-Biéga no es el santuario de la Naturaleza que se pretendía. Este parque amparó a numerosos refugiados ruandeses, los Hutus, entre los que se encuentran antiguos interhamwe que se han ido convirtiendo progresivamente en simples bandidos. “No se puede encontrar ningún refugiado ruandés en los distritos. Se encuentran en la selva, ellos tienen los campos y tienen hambre, atacan y saquean a los Congoleses y matan a muchos de ellos. Esta claro que si ellos regresan a Ruanda, serán considerados interhamwe y serán abatidos” afirma un responsable Twa en Bukavu. Según este mismo responsable, 9000 personas extraen clandestinamente de las entrañas del parque, el preciado coltán, un mineral que contiene un metal, indispensable para la fabricación de los GSM[1]. El coltán es dirigido hacia Ruanda desde dónde se exporta hacia Europa. El 16 de abril de 2001, un informe emitido por la ONU, denunciaba la implicación de Sabena, Segem (filial de la Unión Minera) y otras 11 sociedades belgas en este lucrativo comercio. Ruanda habría obtenido con este tráfico 12 mil millones de francos belgas, encontrando de esta forma el medio para financiar sus operaciones militares en la RDC. Enfrentada a este embarazoso informe, Bélgica mantiene un completo silencio radiofónico.
La expulsión de sus territorios, el saqueo de su subsuelo y el empobrecimiento no son las únicas preocupaciones de los Pigmeos. Aprovechándose del extremo desamparo de los Twa, las sectas se instalan en los poblados, aconsejando el abandono de la identidad cultural pigmea y la oración como única solución. Mientras las etnias de Kivu, presas también de dificultades económicas y políticas crecientes, se enfrentan en combates homicidas. Los Lindus (pueblo bantú forestal) utilizando su influencia sobre los pigmeos los han adherido a su causa en el enfrentamiento que mantienen con los Hémas (congoleños nilóticos). De este modo, los pacíficos cazadores se encuentran entre dos fuegos en un conflicto que no les concierne. Y en este anárquico contexto, las bandas armadas arrebatan a las familias twa sus escasos bienes: herramientas, artesanía.
Universitario Twa
Frente a la amplitud de sus problemas, a los Twa se les hace muy difícil reaccionar. Un universitario Twa ha creado una organización con base en Bukavu, el Programa de Integración y Desarrollo del Pueblo Pigmeo (PIDP). Si esta organización realiza una buena labor de información a pesar de las dificultades de comunicación existentes (nos encontramos en zona rebelde), su representatividad está por probar, algunos de sus proyectos dan que pensar: la creación de un museo y el desarrollo del turismo no parecen que vayan a ser las soluciones a un país arrasado por la guerra. Las urgencias parecen ser otras.
En espera de un hipotético giro de la situación, las oportunidades de sobrevivir de los Twa parecen estar peligrosamente amenazadas. Marginados, expoliados, desarraigados y en lo más bajo de la escala socioeconómica, los Twa ven a los pueblos dominantes de la región y a los refugiados ruandeses disputarse lo que en otro tiempo fue su paraíso de caza. ¿Hasta dónde llegará su facultad de adaptación y su sorprendente capacidad de resistencia cultural?.
Paul Lorsignol http://www3.planalfa.es/cidaf/noticias/news%20125.htm
Demain le monde, Belgique, octobre 2001
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Rwandan 'anti-thatch' campaign leaves thousands of 'Pygmies ... COPORWA/Survival. The very poor (which include almost all Batwa) are supposed to be provided with iron sheets to replace ... Stephen Corry, Survival's director, said today, 'Destroying Batwa's homes, against their wishes, leaving them drenched by the rains, sounds like a sick joke, or the action of an enemy force. ...
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http://www.esacademic.com/pictures/eswiki/65/African_Pigmies_CNE-v1-p58-B.jpg