En Brasil mandan los grandes terratenientes y las compañías extranjeras según Comissão Pastoral da Terra
Barragen Belo Monte: O dinheiro não tem ouvidos.
Represa Belo Monte: El dinero no tiene oídos
Los hechos registrados en la última semana en el Estado de Pará, al IMPONER EL GOBIERNO DE DILMA ROUSSEFF la gigantesca represa de Belo Monte, demuestra claramente, quien manda en el Brasil: la oligarquía agraria, los grandes terratenientes, las compañías extranjeras que se apropian todos los días de las tierras brasileñas.
Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa.
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La mismísima OEA tuvo que pedir disculpas a Dilma y a Brasil por reclamar respeto a los derechos humanos de los brasileños
La reacción del gobierno de Dilma fue inesperada para los círculos ambientalistas contrarios a las grandes represas de Belo Monte, que incluyen una red de ONGs brasileras ... aparentemente "acostumbradas a la actitud pasiva de los últimos gobiernos de Brasil antes las campañas internacionales motivadas por los temas mencionados anteriormente" ... y motivó una preocupación inmediata en la cumbre de la OEA sobre los riesgos de una escalada de enfrentamientos con Brasil. Dilma Rousseff acusó a la OEA de SUPRANACIONALISMO JURÍDICO por defender a los pueblos amazónicos y oponerse a su represa.
Conforme a los informes de la Comisión Pastoral de la Tierra, en la actualidad, menos de 50,000 propietarios rurales poseen áreas de más de mil hectáreas. Las propiedades con menos de 100 hectáreas producen 47% del alimento que mantiene vivos a los brasileños y emplean a cerca del 40% de la mano de obra.
Sólo el 1% de los propietarios tienen cerca del 46% de todas las tierras. A pesar de esta pequeña minoría que posee casi todo, de los 400 millones de hectáreas que aparecen como propiedad privada, sólo 60 millones de hectáreas se utilizan para el cultivo de alimentos. El resto de la tierra está ociosa o subutilizada.
El Instituto de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) indica un hallazgo significativo: hay 100 millones de hectáreas de tierras ociosas y alrededor de 4,8 millones de familias sin tierra en Brasil. Las grandes propiedades con más de 10 mil hectáreas, participan en el 4% de la producción de alimentos y el 4,2% de absorción de mano de obra.
La pregunta que flota es: ¿cómo puede un pequeño grupo, que ni siquiera siembra alimentos o emplea a la gente, tener tanto apoyo del gobierno? La respuesta es simple: ellos tienen dinero y mantienen a las casas legislativas, a diputados y senadores bajo su mando.
En el blog “Os donos da terra”, dirigido por el periodista Alceu Castilhos, se pueden encontrar muchos ejemplos de este tipo. En la Cámara de Diputados, en las legislaturas estatales, la bancada rural es puro poder. Quién dude, vea la votación sobre el código forestal: 420 x 68, goleada! Esto prueba que el proceso electoral en Brasil no tiene nada que ver con la democracia. Lo que cuenta es el poder del dinero. Y punto final.
Tótem de destrucción
Otra cosa importante que mostró la votación del código forestal, es en cuanto a las voces de la gente, el mismo pueblo del que hablan tanto los diputados al pedir votos, no se toman en cuenta para nada. Durante años, las propuestas del nuevo código forestal fueron rechazadas, la gente se movilizó, gritó, protestó, los expertos señalaron males por venir, las pitonisas predijeron desgracias y nada pudo detener el triunfo de los grandes terratenientes latifundistas.
Ahora, se aproxima en Brasil, una nueva lucha, a punta de brazo, entre la mayoría y la minoría rica. La misma vieja y odiosa masacre del capital contra la mayoría de la gente.
Por la construcción de las represas de Belo Monte. ¿Cuántos informes se han hecho? ¿Cuántas pruebas? ¿Cuántos gritos de clamor y desesperanza resonaron en los ríos y los bosques? Pero el dinero es sordo. No hay manera de que escuche.
El beneficio de unos pocos (1%) es más valioso que la vida de miles de personas que viven junto al río y el bosque. La hidroeléctrica sigue adelante, devastando la selva, inundando la tierra, desalojando a las familias. ¿Qué harán? ¿Dónde irán? A nadie le importa. Es el precio del progreso. Alguien tiene que hacer algún sacrificio. Pero este "alguien", por supuesto, nunca son los ricos.
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caetanoaltamira.blogspot.com/2011/04/belo-mon...
Dilma reta a la OEA por Belo Monte y le suspende recursos ya concertados.
30-4-2011 - Brasil dejará Comisión de Derechos Humanos y no pasará 800,000 dólares en respuesta a una solicitud de suspensión de las obras de la represa Belo Monte. Brasil ya había suspendido el nombramiento de Paulo Vanucchi para la Comisión de Derechos Humanos y convocado a su representante en la OEA
El gobierno brasileño decidió jugar fuerte con la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, saldrá del organismo en 2012 y suspendió por orden de la presidenta Rousseff, la transferencia de 800,000 dólares en fondos para la entidad previstos para este año.
La reacción de Brasil se produjo después de la petición de la Comisión de Derechos Humanos, en abril, de interrupción de las obras de la gigantesca represa de Belo Monte. La OEA alegó supuestas irregularidades en el proceso de licenciamiento ambiental de la hidroeléctrica de Belo Monte, atendiendo a una medida cautelar de las entidades indígenas que cuestionaban el proyecto.
Como reacción, la diplomacia brasileña utilizó términos fuertes e inusuales. Tildó la decisión de "precipitada e injustificable" y dijo que no había tenido tiempo suficiente para defenderse.
Irritada por lo que consideró una injerencia indebida, Dilma quería mostrar una posición aún más dura, llamó de vuelta al Brasil al representante en la OEA, Embajador Ruy Casaes. Quien hasta ahora no ha recibido permiso para volver a su puesto en Washington.
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Brasil dejará Comisión de Derechos Humanos y no pasará 800,000 dólares en respuesta a una solicitud de suspensión de las obras de la represa Belo Monte. Brasil ya había suspendido el nombramiento de Paulo Vanucchi para la Comisión de Derechos Humanos y convocado a su representante en la OEA
Dilma retalia OEA por Belo Monte e suspende recursos
30-4-2011 -
País deixará Comissão de Direitos Humanos e não vai repassar US$ 800 mil em resposta a pedido de suspensão de obras. Brasil já havia suspendido indicação de Paulo Vanucchi para comissão e convocado representante na OEA
O governo brasileiro decidiu jogar duro com a Comissão Interamericana de Direitos Humanos da OEA (Organização dos Estados Americanos): deixará o órgão a partir de 2012 e suspendeu, por ordem presidente Dilma Rousseff, o repasse de verba à entidade previsto para este ano, de US$ 800 mil.
A reação do Brasil veio após a comissão pedir, em abril, a interrupção das obras de Belo Monte. O órgão alegou irregularidades no processo de licenciamento ambiental da hidrelétrica de Belo Monte, atendendo a uma medida cautelar de entidades indígenas que questionaram o empreendimento.
Como reação à época, a diplomacia brasileira usou termos fortes e pouco usuais. Chamou a decisão de "precipitada e injustificável" e alegou não ter tido tempo suficiente para se defender.
Irritada com o que considerou interferência indevida, Dilma quis mostrar um posicionamento ainda mais duro: convocou de volta ao país o representante do Brasil na OEA, embaixador Ruy Casaes. Ele, até agora, ainda não recebeu autorização para retomar seu posto em Washington, tampouco sabe quando o terá.
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La OEA pide disculpas a Brasil por reclamar respeto a los derechos humanos de los brasileños
La reacción del gobierno de Dilma fue inesperada para los círculos ambientalistas contrarios a las grandes represas de Belo Monte, que incluyen una red de ONGs brasileras ... aparentemente "acostumbradas a la actitud pasiva de los últimos gobiernos de Brasil antes las campañas internacionales motivadas por los temas mencionados anteriormente" ... y motivó una preocupación inmediata en la cumbre de la OEA sobre los riesgos de una escalada de enfrentamientos con Brasil.
La OEA temió enfrentamientos con Brasil
En una visita al país, para asistir al Foro Económico Mundial sobre América Latina, en Río de Janeiro (RJ), el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, dijo que la CIDH de la OEA debe revisar su decisión sobre Monte Belo y admitió, implícitamente , que la CIDH sobrepasó sus límites.
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Belo Monte: O dinheiro não tem ouvidos.
Elaine Tavares.
Belo Monte: O dinheiro não tem ouvidos. de Elaine Tavares. Os fatos registrados na última semana no Pará mostram claramente, com som e imagem, quem manda neste país: a oligarquia agrária, os grandes fazendeiros, as empresas estrangeiras que se apropriam a cada dia das terras brasileiras. Conforme relatórios da Comissão Pastoral da Terra, hoje, menos de 50 mil proprietários rurais possuem áreas superiores a mil hectares. São as propriedades com menos de 100 hectares as que produzem 47% da comida que nos mantém vivos e empregam cerca de 40% da mão-de-obra.
Por outro lado, apenas 1% dos proprietários rurais detém em torno de 46% de todas as terras. Não bastasse essa ínfima minoria tomar conta de quase tudo, dos aproximadamente 400 milhões de hectares que aparecem como propriedade privada, apenas 60 milhões de hectares são usados para plantar comida. O restante das terras está ocioso ou subutilizado. O Instituto de Colonização e Reforma Agrária (Incra) aponta um dado significativo: existem 100 milhões de hectares de terras ociosas e cerca de 4,8 milhões de famílias sem terra no Brasil. As grandes propriedades, com mais de 10 mil hectares, aparecem nos relatórios como as que participam de apenas 4% da produção de alimento e 4,2% de absorção de mão-de-obra.
Publicado em junho 13, 2011 por [Observatório da Imprensa]
A pergunta que fica batendo então é: como pode um pequeno grupo, que sequer planta comida ou emprega gente, ter tanto apoio governamental? Ora, a resposta é simples: eles têm grana e mantêm as casas legislativas sob seu comando. No blog “Os donos da terra”, dirigido pelo jornalista Alceu Castilhos, pode-se encontrar muitos desses exemplos. Seja na Câmara de Deputados, seja nos legislativos estaduais, a bancada ruralista é puro poder. Quem duvida, veja a votação do código florestal. 420 x 68. Goleada! Isso prova por A + B que o processo eleitoral no Brasil não tem qualquer relação com a democracia. O que vale é a força do dinheiro. E ponto final.
Totem de destruição
Outra coisa importante que a votação do código mostrou é o quanto as vozes das gentes, o tal do povo que os deputados falam tanto quando pedem voto, não são levadas em consideração para nada. Durante anos, as propostas do novo código florestal foram rebatidas, pessoas se mobilizaram, gritaram, fizeram protestos, especialistas ditaram os males que viriam, pitonisas previam desgraças e nada foi capaz de barrar a vitória dos grandes latifundiários.
Agora, no Brasil, uma nova queda de braço se faz entre a maioria e a minoria endinheirada. O mesmo velho e odioso massacre do capital contra a maioria das gentes. É a construção da usina de Belo Monte. Quantos relatórios já foram formulados? Quantas análises? Quantos gritos de clamor e desespero já ecoaram na beira dos rios, nas florestas? Mas o dinheiro é surdo. Não há como ouvir. O lucro de uns poucos (o 1%) vale mais do que a vida de milhares de pessoas que vivem do rio e da floresta. A usina segue em frente, devastando a floresta, alagando as terras, desalojando as famílias. Que farão? Para onde irão? Ninguém se importa. É o preço do progresso. Alguém tem de fazer algum sacrifício. Mas esse “alguém”, é claro, nunca são os ricos.
Num tempo em que as tecnologias alternativas de energia já são realidades concretas, o Brasil insiste na mesma matriz das usinas gigantes. Elas geram muita energia, é certo. Mas a que custo? O lago de Belo Monte inundará mais de 500 quilômetros quadrados de terra. Destruirá rios, peixes, gentes e territórios sagrados. O lago mudará para sempre o curso do rio Xingu, que na língua kamaiurá quer dizer água limpa. Esse imenso rio, de mais de dois mil quilômetros, que nasce no Mato Grosso e vai até o Pará, é sinônimo de vida para milhões de pessoas que vivem nas suas margens. Pois ao custo de 25 bilhões de reais, que engordarão as empreiteiras, o governo pretende construir uma obra que equivale a oito Maracanãs. O impacto que a usina vai causar na floresta é a destruição de nove milhões de hectares, equivalente a duas vezes a cidade do Rio de Janeiro. Um gigante de concreto em meio à floresta. Um totem mítico de destruição. As autoridades falam em desenvolvimento. Mas não dizem para quem.
“Enquanto a gente está aqui, fizeram estatuto”
Dentre os mais prejudicados com a obra de Belo Monte estão os povos indígenas. Para eles, a destruição das terras e do Xingu é muito mais do que o fim material do espaço de subsistência. O território é também espaço sagrado, é dos rios e matas que nascem os deuses, as coisas benditas. Com a obra, as máquinas não apenas destroem a natureza, elas invadem o mundo interior. Seria – para dar um exemplo que os católicos entendem – algo assim como uma retroescavadeira derrubar a catedral de Aparecida para ali erguer um shopping. Os arautos do progresso fazem vistas grossas a isso. Que importa meia dúzia de índios diante da grandiosidade da obra? Alguém tem de pagar o preço do desenvolvimento. E que sejam os pobres, como sempre. Ainda que seja preciso burlar a própria lei.
Diz a Constituição brasileira, no artigo231: “São reconhecidos aos índios sua organização social, costumes, línguas, crenças e tradições, e os direitos originários sobre as terras que tradicionalmente ocupam, competindo à União demarcá-las, proteger e fazer respeitar todos os seus bens.” Ora, então a palavra dos povos indígenas deveria ser ouvida, levada em consideração. Até porque a lei é bem clara, caso haja interesse público da União em fazer uso das terras originalmente ocupadas pelos indígenas, isso só deve acontecer depois de um diálogo com eles. E diálogo pressupõe que os argumentos do outro sejam levados em conta. Não é o que tem acontecido.
Uma pesquisa rápida nos textos e vídeos onde aparece a voz dos povos indígenas sobre a obra, já deixa bem claro que eles são contra a construção da usina aos moldes que está sendo pensada, como uma mega obra.
Diz o cacique Kotoke, vivente no alto Xingu: “Isso aqui acabou o Xingu, né? Esse problema que está sendo feito, tá deixando a gente não trabalhar direito e não dormir direito pensando nisso, no mundo que vamos viver no futuro, se não tiver peixe. Por que vocês estão fazendo isso sem consultar as lideranças? Antes de ser elaborado qualquer documento, tem de ser consultado todo mundo. Eu vou falar aqui diante de todo mundo, das lideranças mais velhas, que já vinham lutando por nossos direitos. Estamos aqui tentando solucionar problema novo. O branco cada dia mais está querendo colocar as dificuldades para nossa comunidade indígena. Só que ele é outra pessoa. Não fala nossa língua. Ele pode tentar explicar para nós, mas nós não vamos entender. Foi criado um estatuto. Não sei quem criou isso. E enquanto a gente está aqui na aldeia, sem saber de nada do que está acontecendo lá fora, fizeram estatuto. A lei do índio. Isso pegou nós também. Eu acho muito errado se o presidente da Funai fez isso. Ele tinha que ter vindo aqui consultar nós, as 14 etnias. Foi assinado pelo presidente da Funai, pelo presidente Lula. Lula nem chegou aqui para conhecer nós, a gente nem chegou a pegar a mão dele. E vem querer se meter na vida da gente? (ver aqui).
“Estamos sendo desrespeitados”
Até mesmo o programa Fantástico, da Globo, ao ouvir a voz indígena, ainda que de forma ritual, numa frase depara com a preocupação: “Tem muitas crianças que quando chegar na idade adulta já vão encontrar o rio seco” (ver aqui).
Ao passar cada um dos vídeos que estão disponíveis na internet, pode-se perceber a perplexidade de uma gente que a lei brasileira se acostumou a tutelar. Eles falam da obra estupefatos, como se fosse impossível que o governo não os ouvisse, embora seja centenária a falta de cuidado e a mentira praticada pelo Estado nacional. Ainda assim, mesmo perplexos, eles se dispõe a lutar. “Estamos preparados para o que der e vier. A gente já fez vários movimentos para chamar atenção do governo e a gente não vai recuar. Vai partir pra cima também pra mostrar como é o dia-a-dia das comunidades das áreas indígenas.” Em Altamira, diz uma mulher das comunidades ribeirinhas: “A barragem vem trazer muita destruição pra nós. Aqui tem o milho, o arroz, o feijão, tem o cacau, que é como uma vaca de leite. Todo dia você tira e todo dia tá vindo.” Diz o cacique Onça: “E se o rio secar, o que vão fazer conosco? Sem água, a caça vai embora, não vai ter peixe nem água pra beber” (ver aqui).
No contraponto com a voz indígena aparece a do ministro Edson Lobão, afirmando categoricamente que a obra não vai prejudicar nem os índios nem o meio ambiente. “É de interesses nacional e preserva o meio ambiente.” Quanto cinismo. O ministro diz ainda que as reservas indígenas estão longe de Belo Monte, a mais perto ficando a 31 km. “Existem 2.500 índios para cerca de dois milhões e 500 mil hectares.” Insinua, assim, que é muita terra para pouco índio, mais uma vez desconhecendo o modo de vida e fazendo pouco da forma de organização das comunidades. Belo Monte produzirá 11 mil mega watts, diz o ministro. E isso basta para que milhares de pessoas percam seu mundo (ver aqui).
Enquanto isso, clamam as vozes como a de Sheila Juruna. “Estamos sendo desrespeitados no direito de sermos ouvidos. Nós queremos que todo o povo indígena seja ouvido para colocar nossa opinião contrária, dizer por que não tem viabilidade econômica, e não viabilidade social nenhuma.”
“O nosso mercado é o mato, a água, a terra”
No vídeo Povo do Xingu contra a construção de Belo Monte, as vozes se sucedem. “É minha terra, não é de Lula”, grita uma mulher magrinha, pintada para a guerra. “O que nós queremos? Que a mata, as florestas, a terras, os animais continuem vivos para servir nossa alimentação”, diz Amiloty Kayapó. “Nós temos filhos, netos, crianças e adultos e vivemos na floresta, nossa terra. Precisamos da floresta. Por isso eu, como mulher, estou lutando junto com os homens para impedir a construção da barragem de belo monte. Aqui no parque tem 15 povos. Diminui o volume da água, e a reporodução dos peixes”, diz Iredjo Kayapó.
O cacique Megaron Kayapó resume a dificuldade que enfrentam: “Esse nosso movimento é para mostrar para as pessoas que às vezes não entendem muito nosso costume, como nós vive, de que nós vive. E nós, índio, depende do rio, depende da floresta, depende da terra para poder sobreviver. Na terra, nós planta, na floresta nós caça e no rio tem os peixe que nós pesca pra alimentar nossa família.” Também assim se manifesta o cacique Raoni: “Eu não quero a construção da barragem. Por que? Porque eu quero que o rio continue com vida, igual a nós. Eu quero que peixes, animais e outros seres vivos continuem vivendo em paz.”
Fala o cacique Sadea Juruna: “Se Belo Monte for construído, muitas coisas vão ficar diferentes. O peixe vai desaparecer. O alagamento vai fazer o peixe se espalhar e vai ser difícil. Vai matar tudo o que a gente tem.” Diz Watatakalu Yawalapiti que “o índio não aguenta comer arroz e feijão, refrigerante, todo dia. Ele vive do beiju e do peixe. Minha comunidade vive do peixe. Morreu o Xingu, a gente também morre junto. O rio é nossa vida, é tudo pra nós. Os brancos criaram uma lei que dizia que antes de fazer qualquer coisa em área indígena eles consultariam os indígenas”.
E assim vai! Então, como é possível que essas vozes não sejam levadas em conta? Por que os desejos e o modo de vida destes povos não são respeitados? Por que é tão difícil entender sua lógica? É como diz um destes habitante das matas: “Vocês não usam o mercado? Pois o nosso mercado é o mato, a água, a terra. É com isso que a gente sobrevive.”
Mas, apesar de todas as vozes clamarem contra a obra, ela segue seu curso. O gigante de concreto vai crescer em meio à floresta. Destruindo, devastando, apagando a vida. A menos que o povo unido pare Belo Monte. Mas tem de ser com todos juntos – estudantes, sindicalistas, lutadores sociais. Esta não pode ser uma luta só dos índios ou dos ribeirinhos. Ela tem de ser uma luta de todos. Ou a gente se move, ou o futuro cobrará a fatura. Logo ali na frente…
O choro de Raoni não deve servir para comiseração, mas para ódio, ódio são, contra os vilões.. como já dizia Cruz e Souza!
Artigo originalmente publicado no Observatório da Imprensa.
EcoDebate, 13/06/2011
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Brasil: reação ao “supranacionalismo jurídico”
Postado por http://blogdoambientalismo.com/brasil-reacao-ao-supranacionalismo-juridico/
15 maio, 2011 ·
A presidente Dilma Rousseff desfechou uma reação firme e mais do que oportuna às descabidas intromissões da Comissão Interamericana de Direitos Humanos (CIDH) nos assuntos internos do País, em resposta ao pedido de suspensão do processo de licenciamento da usina hidrelétrica de Belo Monte, feito pelo órgão no início de abril. Depois de convocar para consultas o embaixador Ruy Casaes, representante brasileiro na Organização dos Estados Americanos (OEA), à qual a CIDH é formalmente vinculada, a presidente determinou que o Brasil deixará a Comissão em 2012 e suspendeu o repasse da verba destinada à entidade este ano, no valor de 800 mil dólares (Folha de S. Paulo, 30/04/2011).
A ladainha de Belo Monte
A decisão é uma retaliação à inusitada Medida Cautelar 383/10, anunciada pela CIDH em 5 de abril último, que pede ao governo brasileiro a interrupção do licenciamento de Belo Monte, até um conjunto de «condições mínimas» fosse atendido, para assegurar «a vida e integridade pessoal» das comunidades indígenas da área do projeto. A medida foi tomada a pedido da coalizão de organizações não-governamentais (ONGs) mobilizadas contra o projeto e uma das exigências do documento, vazado com a habitual linguagem agressiva dos textos da Comissão, é «assegurar que… as comunidades indígenas beneficiárias tenham acesso a um Estudo de Impacto Social e Ambiental do projeto, em um formato acessível, incluindo a tradução aos idiomas indígenas respectivos» (a única providência que ficou faltando na reação governamental foi informar à CIDH que o idioma oficial do País é o português).
A OEA pede desculpas…
A reação foi inesperada para tais círculos, que incluem uma rede de ONGs domésticas, habituados à atitude passiva dos últimos governos brasileiros diante de campanhas internacionais motivadas pelos temas acima citados, e levantou uma imediata preocupação na cúpula da OEA quanto aos riscos de uma escalada de atritos com o Brasil. Em visita ao País, para participar do Fórum Econômico Mundial da América Latina, no Rio de Janeiro (RJ), o secretário-geral da OEA, José Miguel Insulza, disse que a CIDH deverá revisar a sua decisão sobre Belo Monte e admitiu, implicitamente, que o órgão passou dos limites:
«Em matéria de direitos humanos, a Comissão Interamericana de Direitos Humanos da OEA é completamente autônoma. As decisões dessa carta que enviou ao governo do Brasil não saíram nem da secretaria-geral, nem do conselho, nem da assembleia da OEA, e sim somente da Comissão Interamericana de Direitos Humanos. É muito importante deixar isso claro. Não que eu esteja fugindo à responsabilidade, mas as coisas são assim. Em matéria de direitos humanos, quem fala é a comissão. Dito isso, tenho a impressão de que o governo brasileiro apresentou alguns antecedentes e que provavelmente a comissão revise a sua decisão. Agora, como vai revisar eu não posso dizer, porque não estou autorizado. Espero que o faça, sinceramente. Acho que quando falamos de algo com a envergadura de Belo Monte, as coisas provavelmente teriam que ser vistas e conversadas com muito mais calma, essa é a minha opinião.» (BBC Brasil, 4/05/2011)
Vitória brasileira
A atitude do governo brasileiro representa um golpe para o aparato intervencionista internacional que, baseado em questionáveis aplicações do conceito de soberania restrita dos países em questões ambientais, indígenas, de direitos humanos e outras – configuram uma espécie de “supranacionalismo jurídico” inaceitável para qualquer Estado nacional que preze a sua soberania. Seria de suma relevância que o exemplo se estendesse às pressões provenientes do lobby ambientalista-indigenista doméstico, em questões como a votação da reforma do Código Florestal.
MSIa – Movimento de Solidariedade Íbero-americana
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eptv.globo.com/.../NOT,0,0,343241,OEA+pede+suspensao+contrucao+Belo+Monte.aspx - En caché
quinta-feira, 19 de maio de 2011
Entidades científicas pedem a Dilma o cancelamento do processo de licenciamento de Belo Monte
Quinta, 19 de maio de 2011
Da Agência Brasil
Sabrina Craide - Repórter
Brasília - Um grupo de 20 associações científicas brasileiras enviou uma carta à presidenta Dilma Rousseff pedindo a suspensão do processo de licenciamento da Usina Hidrelétrica de Belo Monte, no Rio Xingu (PA). No documento, as entidades manifestam preocupação em relação a violações de direitos humanos no empreendimento e pedem o cumprimento das condicionantes da obra, além do julgamento de ações públicas e regulamentação dos procedimentos de consulta aos povos indígenas e às populações afetadas.
O grupo de entidades, que inclui a Associação Brasileira de Antropologia (ABA), a Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciência (SBPC) e a Associação Brasileira de Ciências (ABC), pede que o licenciamento da hidrelétrica seja pautado pela “observância às leis e pela cautela diante do risco de ameaça à vida”.
O documento afirma que os encaminhamentos e decisões relativas a Belo Monte estão descumprindo a Convenção 169 da Organização Internacional do Trabalho (OIT), que trata dos direitos dos povos indígenas. “o cumprimento do cronograma das obras não pode sobrepor-se às obrigações que o Estado tem no respeito aos direitos de pessoas e coletividades que lá habitam”.
As entidades classificam como “intempestiva” a concessão das licenças ambientais à usina. Até o momento, o empreendimento tem apenas uma licença parcial do Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis (Ibama) para iniciar o canteiro de obras. A previsão dos empreendedor
es é que a licença de instalação, que permite o começo das obras, seja concedida ainda este mês.
Em abril deste ano, a Comissão Interamericana de Direitos Humanos (CIDH) da Organização dos Estados Americanos (OEA) também solicitou oficialmente ao governo brasileiro a suspensão do processo de licenciamento de Belo Monte, com o objetivo de proteger as comunidades indígenas da Bacia do Rio Xingu. Na época, o Itamaraty considerou as exigências da OEA como “precipitadas e injustificáveis” e o Consórcio Norte Energia, responsável pela obra, informou que os povos indígenas da região tiveram livre acesso ao projeto e aos relatórios de impacto socioambiental, e participaram de mais de 30 reuniões sobre o assunto.
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Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa, artigo de Telma ...2 maio 2011 ... Faltou maturidade ao governo no trato com a OEA [EcoDebate] Atônita com a atitude do Brasil frente às recomendações da OEA sobre Belo Monte, ...
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Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa4 maio 2011 ... Atônita com a atitude do Brasil frente às recomendações da OEA sobre Belo Monte, acabo de levar um grande susto com a retaliação de Dilma ...
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Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa ~ A Amazônia é ...2 maio 2011 ... Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa. 22:10 Moderador Blog Sem Comentarios. Local: São Paulo - SP Fonte: Blog Telma Monteiro ...
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Belo Monte: resposta do Brasil à OEA é vergonhosa4 maio 2011 ... Fico pensando se Dilma, durante a ditadura, quando presa e torturada, teria ansiado por um organismo internacional que intercedesse por ela ...
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