Christiane Araújo de Oliveira revela que mantinha relações íntimas com políticos e figuras-chave que o governo federal usou  para conseguir material contra adversários políticos.

A Lula se la introdujo una mafia que se calcula se llevó de los cofres públicos del Brasil, 1,000 millones de reales.

Gilberto Carvalho, exseminarista, simpatizante de la Teología de la Liberación, conocido por su empeño en la defensa de los más humildes, consiguió que Dilma firmase una carta/compromiso con las iglesias evangélicas y con los obispos católicos, de que no defendería como Presidenta LA LIBERALIZACIÓN DEL ABORTO.  Y reconquistó retener los votos amenazados de los ultrareligiosos.

Ya en 2006, cuando tras el escándalo del soborno a los diputados, la reelección de Lula parecía estar en peligro, Christiane, hija del Pastor Elói de Oliveira, llevó a su padre, fundador de la Iglesia Tabernáculo del Dios vivo, para rezar por Lula, pese a la imagen de ultracorrupto de Lula y para profetizarle que sería reelegido.

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La espía consiguió quedarse dentro del poder durante la campaña presidencial de Dilma Rousseff y después de su victoria, en el equipo que preparó su transición. Hasta que la presidente elegida, tras haber descubierto que la discreta, religiosa y atrayente abogada había estado envuelta en un caso de mafia, la puso de patitas en la calle.

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La bella espía que la mafia infiltró a Lula, se confiesa y muchos tiemblan

Por: Juan Arias | 13 de febrero de 2012

La joven y bella abogada, Christiane Araújo de Oliviera , que la mafia infiltró en el gobierno de Lula, es y no es parecida a las clásicas espías del pasado como Mata Hari o Christina Keller. En ella se mezclan, es cierto, los ingredientes clásicos del poder y el sexo, pero posee un elemento nuevo: el religioso.

Christiane Araújo de Oliveira

La “dulce espía” como ha sido apellidada, se sirvió no sólo de sus artes de seducción femenina para introducirse en los palacios del poder haciendo de intermediaria de famosos que buscaban cargos y dinero. Christiane es evangélica, hija del pastor evangélico, Eloi de Oliveira, conocido como el “profeta”, con fama de ser capaz de curar y de ver el futuro y que muchos políticos se han servido de él para que les leyera su bola de crista.

EL PROFETA (¿?):  Pastor Elói de Oliveira

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El tema del voto evangélico fue fundamental durante las presidenciales de Dilma. Acusada de ser “abortista”, evangélicos y católicos comenzaron una campaña contra ella en los púlpitos de templos e iglesias. Para no perder los millones de votos que mueven las iglesias en Brasil, el entonces Jefe de Gabinete del aún Presidente Lula, Gilberto Carvalho, hoy Ministro de la Secretaría General de la República, hizo de mediador.

Carvalho, exseminarista, simpatizante de la Teología de la Liberación, conocido por su empeño en la defensa de los más humildes, casado y con hijos propios y adoptivos, que ya vivió en una favela, consiguió que Dilma firmase una carta compromiso con las iglesias evangélicas y con los obispos católicos, de que no defendería desde la Presidencia de la República la liberalización del aborto. Y reconquistó los votos amenazados.

A Carvalho, le fue utilísima entonces la ayuda de la abogada espía Christiane, que debió interceder ante su padre, pastor evangélico con fama de visionario, para construir dichos votos. Por ello acabó integrando el equipo de transición de Dilma. Pero cuando Rousseff empieza a sospechar de ella y la pone en la calle, la Policía Federal le sigue los pasos y acaba llamándola a declarar en 2010. Ella, sin embargo ya había hecho muchos favores a Lula. En 2006, cuando tras el escándalo del soborno a los diputados, la reelección de Lula parecía estar en peligro, Christiane llevó a su padre, fundador de la Iglesia Tabernáculo del Dios vivo, para rezar por él y para profetizarle que sería reelegido.

De las declaraciones hechas por Christiane a la policía grabadas en audio y video que el semanal VEJA ha podido examinar y que publicó ayer, aparece toda una trama de Christiane a través del corrupto y mafioso Durval Barbosa, exsecretario de Relaciones Institucionales del Distrito federal de Brasilia, para acabar con el gobierno del entonces gobernador de la oposición, José Roberto Arruda, gracias a unos videos gravados por Durval mientras entregaba dinero de corrupción a Arruda.

Aquellos videos acabaron en efecto con el gobierno de Arruda y hoy Brasilia está gobernada por el Partido de los Trabajadores. La caída de Arruda significó también el principio del debilitamiento del partido de la oposición DEM al que pertenecía Arruda.

ENGRASANDOLE LA MANO:  el exgobernador Arruda recibiendo dinero

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La espía, ha puesto bajo acusación, de lo que se sabe, a dos personajes importantes del poder de Brasilia: al Magistrado del Supremo, José Antonio Dias Toffoli, ex-abogado del Partido de los Trabajadores (PT) que llegó al Supremo en tiempos de Lula y al hoy importante  ministro Carvalho.

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La abogada habla de las relaciones íntimas que tenía con el magistrado en una casa de Brasilia, en la que el mafioso Barbosa, dueño de 250 inmuebles en Brasilia, corrompía con dinero a los diputados del gobierno local de Arruda y a él mismo.

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Al ministro Carvalho, como era de suponer dada su biografía de hombre íntegro, la espía no lo envuelve en asuntos de cama, sólo como mediador para conseguir de Lula, a través de él, al que llama en los mensajes en manos de la policía de “querido Dr. Carvalho”. En otros mensajes el ministro le comunica a Cristiane su agrado por haber conseguido un nombramiento que ella había pedido.

Ministro Gilberto Carvalho

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Y Christiane cuenta que fue Carvalho el encargado de Dilma de anunciarle su salida y que le dijo “en lágrimas”, que “lo sentía mucho”.

El ministro y ex jefe de gabinete de Lula niega todo: “Yo no estaba en ese circuito del submundo. Estoy impresionado con la creatividad de esa chica”, ha afirmado al semanal VEJA.

Tambien el magistrado del Supremo, Toffoli, hombre religioso, niega todo y asegura que no fue él quien divulgó las grabaciones que acabaron con la carrera política del oposicionista Arruda.

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Lo que sin embargo, está creando preocupación en los círculos políticos de Brasilia es que Christiane, espontáneamente, ha querido “confesarse” a la policía durante “seis horas”, todo grabado en video, en las que al parecer cuenta decenas de historias picantes y comprometedoras de importantes personajes del poder”.

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Una cosa, me ha impresionado de esta historia, cuyo final, aún es una incógnita: la intuición femenina de la Presidenta Dilma, en husmear que algo “olía a podrido en Dinamarca”, es decir en toda aquella historia de mafia en la que se mezclaban elementos religiosos milagreros por los que ella no se siente especialmente atraída.

Y si fueron los servicios secretos los que la informaron de que la joven y atractiva abogada evangélica no parecía trigo limpio, es significativo que Dilma  no dudara un momento en sacarla de su equipo, aún a sabiendas de que estas personas, tarde o temprano acaban por confesar sus “pecados”.

José Antonio Dias Toffoli, magistrdo del Supremo

Dilma Rousseff na bancada de evangélicos com Christiane Araújo de Oliveira

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Corrupção:

Advogada liga Toffoli e Gilberto Carvalho a máfia do DF

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Em oito horas de gravações em áudio e vídeo, Christiane Araújo de Oliveira revela que mantinha relações íntimas com políticos e figuras-chave da República e que o governo federal usou de sua proximidade com a quadrilha de Durval Barbosa para conseguir material contra adversários políticos.

Nascida em Maceió, em uma família humilde, Christiane Araújo de Oliveira mudou-se para Brasília há pouco mais de dez anos com o objetivo de se formar em Direito. Em 2007, aceitou o convite para trabalhar no governo do Distrito Federal de um certo Durval Barbosa, delegado aposentado e corrupto contumaz que ficaria famoso, pouco depois, ao dar publicidade às cenas degradantes de recebimento de propina que levaram à cadeia o governador José Roberto Arruda e arrasaram com seu círculo de apoiadores.

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Sob as ordens de Durval, Christiane se transformou num instrumento de traficâncias políticas. No ano passado, depois de VEJA mostrar a relação promíscua entre o petismo e o delegado, Christiane foi orientada a sumir da capital federal.

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Relatos detalhados de suas aventuras com poderosos, no entanto, já estavam em poder do Ministério Público e da Polícia Federal. Na edição que chega às bancas neste sábado, VEJA revela o teor de dois depoimentos feitos pela jovem advogada no final de 2010.

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Em oito horas de gravações em áudio e vídeo, Christiane revelou que mantinha relações íntimas com políticos e figuras-chave da República. Ela participava de festas de embalo, viajava em aviões oficiais, aproveitava-se dos amigos e amantes influentes para obter favores em benefício da quadrilha chefiada por Durval, que desviou mais de 1 bilhão de reais dos cofres públicos.

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Ela também contou como o governo federal usou de sua proximidade com essa máfia para conseguir material que incriminaria adversários políticos.

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A advogada relatou que manteve um relacionamento com o hoje ministro do Supremo Tribunal Federal José Antonio Dias Toffoli, quando ele ocupava cargo de advogado-geral da União no governo Lula. Os encontros, segundo ela, ocorriam em um apartamento onde Durval armazenava caixas de dinheiro usado para comprar políticos – e onde ele eventualmente registrava imagens dessas (e de outras) transações.

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Christiane afirma que em um dos encontros entregou a Toffoli gravações do acervo de Durval Barbosa. A amostra, que Durval queria fazer chegar ao governo do PT, era uma forma de demonstrar sua capacidade de deflagrar um escândalo capaz de varrer a oposição em Brasília nas eleições de 2010. Ela também teria voado a bordo de um jato oficial do governo, por cortesia do atual ministro do STF, que na época era chefe da Advocacia Geral da União (AGU).

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Por escrito, Dias Toffoli negou todas as acusações. “Nunca recebi da Dra. Christiane Araújo fitas gravadas relativas ao escândalo ocorrido no governo do Distrito Federal.” O ministro disse ainda que nunca frequentou o apartamento citado por ela ou solicitou avião oficial para servi-la. Como chefe da AGU, só a teria recebido uma única vez em seu gabinete, em audiência formal

A advogada relatou que manteve um relacionamento com o hoje ministro do Supremo Tribunal Federal José Antonio Dias Toffoli, quando ele ocupava cargo de advogado-geral da União no governo Lula. Os encontros, segundo ela, ocorriam em um apartamento onde Durval armazenava caixas de dinheiro usado para comprar políticos – e onde ele eventualmente registrava imagens dessas (e de outras) transações.

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Christiane afirma que em um dos encontros entregou a Toffoli gravações do acervo de Durval Barbosa. A amostra, que Durval queria fazer chegar ao governo do PT, era uma forma de demonstrar sua capacidade de deflagrar um escândalo capaz de varrer a oposição em Brasília nas eleições de 2010. Ela também teria voado a bordo de um jato oficial do governo, por cortesia do atual ministro do STF, que na época era chefe da Advocacia Geral da União (AGU).

Por escrito, Dias Toffoli negou todas as acusações. “Nunca recebi da Dra. Christiane Araújo fitas gravadas relativas ao escândalo ocorrido no governo do Distrito Federal.” O ministro disse ainda que nunca frequentou o apartamento citado por ela ou solicitou avião oficial para servi-la. Como chefe da AGU, só a teria recebido uma única vez em seu gabinete, em audiência formal

Nas gravações, Christiane relatou ainda que tem uma amizade íntima com Gilberto Carvalho, secretário-geral da Presidência da República. No governo passado, quando Carvalho ocupava o cargo de chefe de gabinete de Lula, ela pediu a interferência do ministro para nomear o procurador Leonardo Bandarra como chefe do Ministério Público do Distrito Federal.

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O pedido foi atendido. Bandarra, descobriu-se depois, era também um ativo membro da máfia brasiliense – e hoje responde a cinco ações na Justiça, depois de ter sido exonerado.

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Gilberto Carvalho também teria tentado obter do grupo de Durval material para alvejar os adversários políticos do PT. Ele nega todas as acusações, e disse a VEJA: “Eu não estava nesse circuito do submundo. Estou impressionado com a criatividade dessa moça.”

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Há uma terceira ligação de Christiane com o petismo. Ela trabalhou no comitê central da campanha de Dilma Rousseff. Foi encarregada da relação com as igrejas evangélicas – porque é, ela mesma, evangélica e filha de Elói Freire de Oliveira, fundador da igreja Tabernáculo do Deus

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Vivo e figura que circula com desenvoltura entre os políticos de Brasília, sendo chamado de “profeta”. Com Dilma eleita, a advogada foi nomeada para integrar a equipe de transição. Mas foi exonerada quando veio à tona que ela teve participação na Máfia das Sanguessugas.

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Segundo o procurador que tomou um dos depoimentos de Christiane, o material que ele coletou foi enviado à Polícia Federal para ser anexado aos autos da Operação Caixa de Pandora. Um segundo depoimento foi tomado pela própria PF. Mas nenhuma das revelações da advogada faz parte oficial dos autos da investigação.

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A reportagem de VEJA, que reproduz imagens das gravações em vídeo, conclui com uma indagação: “Por que será?”

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http://veja.abril.com.br/noticia/brasil/advogada-infiltrada-pela-mafia-no-governo-faz-revelacoes-explosivas

Expresidente brasileño con un pie en la carcel.

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