Brasil: invirtiendo en eficiencia energética ahorraría 14 veces lo que producirá la represa Belomonte!!!

malcolmallison I malcolmallison

Publicado: 2011-07-12

Hay un multitudinario movimiento mundial que trata de priorizar la energía eólica, la energía de la biomasa y la energía de las pequeñas centrales hidroeléctricas... en contraposición al uso y abuso de las energías fósiles y la cuestionada energía derivada de las grandes hidroeléctricas.

Hoy en día podemos lamentar que Brasil desperdicie una cantidad de electricidad igual a la que generará la mega-represa Belo Monte ... el ahorro y la eficiencia energética bastarían para desechar su construcción.

O peruano Ollanta Humala quer ser Lula

En Brasil, el presidente Lula da Silva aprobó Belomonte, un proyecto hidroeléctrico ubicado en la Cuenca del Amazonas, identificado como el proyecto hidroeléctrico más controversial y cuestionado del mundo. Lula se oponía inicialmente al proyecto, pero cambió su posición ... porque como dice el dicho "POR LA PLATA BAILA EL MONO" ... Brasil sufrió grandes apagones y enfrentó una gran crisis energética en 2001 ... ello le ofreció la justificación per-fec-ta ... para hacer lobby a favor de la faraónica represa.

El grupo de apoyo internacional indígena y medioambiental Amazon Watch critica el proyecto de las represas de Belomonte y ha probado que será ineficiente, produciendo “únicamente el 10% de su capacidad energética instalada durante la temporada de sequía, temporada que se prolonga entre 3 y 5 meses, cada año”. Además, Amazon Watch citó un estudio publicado por World Wildlife Fund, en el cual se dice que Brasil podría invertir en eficiencia energética y así reducir su demanda proyectada de energía para 2020 en un 40%, lo que equivale a 14 veces lo que producirá Belomonte!!!

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Marney Tadeus Antunes, de CPFL Energia de Brasil aboga por una nueva conciencia ambiental con eficiencia energética
Por un lado Brasil busca fuentes más renovables, privilegiando la generación de energía con el fin de reducir la contaminación y el consumo de materiales fósiles y finitos. Por otro lado, busca soluciones para reducir el consumo aprovechando los recursos
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11/07/2011
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El mundo volvió los ojos a nuevas fuentes de energía en el pasado reciente, al mismo tiempo que la tesis de la inagotabilidad eterna de los recursos naturales era barrida bajo la alfombra de la historia. Los 7,000 millones de personas en el planeta imponen un monstruoso desafío a la ciencia: cómo alimentar a tanta gente, y hacer frente al desarrollo mundial basado en gran medida en procesos y máquinas dependientes de energía. La búsqueda de nuevas fuentes de energía menos dañinas para el medio ambiente ha sido la consigna de los gobiernos preocupados por el futuro y el lema de las empresas globales con los ojos puestos en la sostenibilidad de sus negocios. Estamos volteando una página importante de la historia y aperturando un inexorable nuevo mundo fundado en economía baja en carbono, en la preservación del ambiente y en el respeto a la diversidad de los negocios (¿?)...
Brasil es protagonista en este movimiento, ya que ha tratado de priorizar la energía eólica, la biomasa y las pequeñas centrales hidroeléctricas. Hay una percepción nacional que tiene en cuenta la prioridad de los esfuerzos para eliminar la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, preservar los ecosistemas, utilizando los conceptos de eficiencia energética, tanto por sustitución de fuentes contaminantes, como por otras alternativas limpias y renovables.
El cambio conceptual es oportuno. Incluso hoy en día podemos lamentar que Brasil desperdicie una cantidad de electricidad igual a la que generará la mega-represa Belo Monte, la tercera más grande del planeta, que operará en el río Xingu, en el norte del país.
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La búsqueda de fuentes más limpias está ganando un aliado clave para hacer frente a este problema.
Las distribuidoras de energía eléctrica son parte de la solución de este problema a medida que implementan programas de eficiencia energética, muchos de ellos con personas de bajos ingresos, mediante sensibilización y formación de una nueva cultura energética.
Con la atención puesta en la aplicación de estas iniciativas iríamos por buen camino.
La CPFL Energia de Brasil ha asignado unos R$ 70 millones de Reales a la eficiencia energética en el último año fiscal.
Recursos que se utilizaron para fortalecer “Rede Comunidade”, un programa diseñado 100% para los necesitados, que prevé servicios de reforma de instalación eléctrica, regularización de conexión de energía, sustitución de refrigeradores, duchas, foco ahorradores de luz y una larga lista de beneficios que facilita y dignifica la vida de millones de personas. Muchos desarrollos de vivienda popular están implementando calentadores de agua solares que reducen del 25% al 30% en sus cuentas de luz.
Por un lado se busca fuentes más renovables, centrándose en la generación de energía con el fin de reducir la contaminación y el consumo de fuentes de energías fósiles y finitas. Por otro lado, con la misma intensidad, se busca soluciones para reducir el consumo de los recursos naturales aprovechándolos de manera más inteligente. La población aprecia este cambio de perspectiva, especialmente aquellos que se benefician de programas de eficiencia energética. No sólo implica una reducción significativa en las cuentas mensuales de energía. Los halaga formar parte de un movimiento más amplio contra el despilfarro y a favor de la naturaleza.
Estamos ganando este desafío. No sin contratiempos y adversidades. Por qué no se ponen todos de acuerdo en los programas de eficiencia energética, principalmente dirigidos a los pobres, y acuerdan reducir la operación de centrales eléctricas alimentadas con petróleo diesel o carbón. Por el contrario, pocos aceptan la cultura del despilfarro, el uso irracional de los recursos materiales y la degradación del planeta. Con esta firme constatación, yo no tengo miedo de decir que vamos por buen camino, con un mayor interés acorde con los nuevos tiempos.
Marney Tadeus Ali es el encargado de relaciones con los clientes CPFL Energia
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Brasileña CPFL Energia acuerda fusión de activos de energía renovable con local Ersa

21 de abril de 2011

Fuente: Marketwire

Las brasileñas CPFL Energia y Ersa Energias Renováveis anunciaron en un comunicado la creación de la empresa CPFL Energias Renováveis, a partir de la asociación de activos de ambas compañías en pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs), parques eólicos y usinas termoeléctricas de biomasa. Los activos combinados ascenderán a 4.375 millones de reales (2.755 millones de dólares).

Las brasileñas CPFL Energia y Ersa Energias Renováveis anunciaron en un comunicado la creación de la empresa CPFL Energias Renováveis, a partir de la asociación de activos de ambas compañías en pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs), parques eólicos y usinas termoeléctricas de biomasa. Los activos combinados ascenderán a 4.375 millones de reales (2.755 millones de dólares).

CPFL Energia será la accionista mayoritaria de la nueva empresa, con 63,6% de las acciones, mientras que los actuales accionistas de Ersa tendrán un 36,4% de participación.

La nueva firma nace como una de las mayores empresas de América Latina en el segmento de generación de energía por medio de fuentes renovables, con 648 MW de potencia instalada en operación, 386 MW en construcción y 3.341 MW en preparación para construcción y desarrollo.

La integración se realizará en cuatro etapas, cuya terminación está prevista para agosto de 2011.

Ersa es una de las principales empresas brasileñas en el segmento de pequeñas y medianas unidades generadoras de electricidad exclusivamente con fuentes renovables. Entre sus socios, la firma cuenta con Patria Investimentos, el fondo estadounidense Eton Park, el fondo FIP Brasil Energia de BTG Pactual, el Banco Bradesco de Investimento, el banco de desarrollo alemán DEG y la local GMR Empreendimentos Energéticos.

CPFL Energía es el mayor grupo privado del sector de generación, distribución y comercialización de Brasil. Su facturación asciende a 17.600 millones de reales (11.083 millones de dólares) anuales.

http://www.revistasumma.com/marketwire/11253-brasilena-cpfl-energia-acuerda-fusion-de-activos-de-energia-renovable-con-local-ersa.html

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Marney Tadeu Antunes, da CPFL Energia: a nova consciência ambiental com eficiência energética

De um lado o país busca fontes mais renováveis, privilegiando a geração elétrica de maneira a reduzir a poluição e o uso de materiais fósseis e finitos. De outro, busca soluções para reduzir o consumo aproveitando os recursos

11/07/2011

O mundo voltou seus olhos para novas fontes de energia num passado recente ao mesmo tempo em que a tese da eterna inesgotabilidade dos recursos naturais estava sendo varrida para baixo do tapete da história. Os 7 bilhões de habitantes do planeta impõem um desafio monstruoso para a ciência: como alimentar tanta gente, e fazer frente ao desenvolvimento mundial fortemente calcado em processos e máquinas dependentes de energia. A busca por novas fontes energéticas menos agressivas ao meio ambiente tem sido o mote de governos preocupados com o futuro planeta e bandeira das grandes empresas mundiais de olhos na sustentabilidade de seus negócios. Estamos virando uma página importante da história e abrindo um inexorável mundo novo calcado na economia de baixo carbono, na preservação ambiental e no respeito à diversidade dos negócios.

O Brasil é protagonista importante desse movimento à medida que vem buscando pulverizar suas fontes energéticas, priorizando a geração eólica, a biomassa e as pequenas centrais hidrelétricas. Há uma percepção nacional que leva em conta a priorização do esforço para zerar a poluição e a emissão de gases do efeito estufa, preservar os ecossistemas, utilizando-se dos conceitos da eficiência energética, seja pela substituição das fontes poluentes e não-renováveis por outras alternativas limpas e renováveis.

A mudança conceitual veio em boa hora. Ainda hoje podemos lamentar que o país desperdice energia elétrica na mesma proporção da que será gerada pela megausina Belo Monte, a terceira maior do planeta quando estiver operando no rio Xingu, região Norte do país.

A busca por fontes mais limpas estão ganhando um importante aliado para equacionar esse problema. As distribuidoras de energia elétrica são parte da solução desse problema à medida que implementam programas de Eficiência Energética, muitos deles envolvendo a população de baixa renda, com ações de conscientização e formação de uma nova cultura energética. Ao lançar os olhos para as planilhas de execução dessas iniciativas percebo que estamos no caminho certo. A CPFL destinou no exercício passado cerca de R$ 70 milhões para a Eficiência Energética.

Recursos que foram utilizados para o fortalecimento da Rede Comunidade, um programa voltado 100% para carentes, que prevê serviços de reforma de instalação elétrica, regularização da ligação de energia, substituição de geladeiras, chuveiros, lâmpadas eficientes e toda uma lista de benefícios que facilita a vida de milhões de pessoas e garante mais dignidade a uma parcela considerável da população. Muitos conjuntos residenciais populares estão participando de outra ação importante. Estão recebendo aquecedores solares com possibilidade de redução de 25% a 30% nas suas contas de luz.

De um lado o país busca fontes mais renováveis, privilegiando a geração elétrica de maneira a reduzir a poluição e o uso de materiais fósseis e finitos. De outro, com igual intensidade, busca soluções para reduzir o consumo aproveitando os recursos naturais de forma mais inteligente. A população percebeu claramente essa mudança de perspectiva, principalmente aqueles beneficiados pelos programas de Eficiência Energética. Não apenas redução expressiva nas contas de luz que lhes são entregues mensalmente. Mas principalmente porque participam de um grande movimento contra o desperdício e a favor da natureza.

Estamos vencendo esse desafio. Não sem adversidades e contratempos. Por que nem todos concordam com programas de Eficiência Energética majoritariamente voltados para a população pobre, e nem admitem reduzir o funcionamento das termelétricas movidas com óleo diesel ou carvão. Em contrapartida, poucos aceitam a cultura do desperdício, a utilização irracional dos recursos materiais e a degradação do planeta. Com essa firme constatação, não tenho receio de afirmar que estamos no caminho certo para transformar as pessoas com ideias que defendam um interesse mais alinhado aos novos tempos.

Marney Tadeu Antunes é gerente de Relacionamento com Clientes da CPFL Energia